Foto: RL Hevia
Texto: Raúl del Pino
Cualquiera que examine el año 2024 del cubano Erislandy Álvarez puede coincidir sin muchas reservas en que ha sido el mejor de su vida. Entre las numerosas emociones vividas, el boxeador cienfueguero jamás olvidará el 8 de agosto, cuando hizo callar el icónico estadio Roland Garros en una de las finales más emocionantes del boxeo olímpico de París.
Al despojar al ídolo local Sofiane Oumiha del codiciado oro en la categoría de 63.5 kilogramos, el entonces joven deportista de 24 años se convirtió en el único miembro de los Domadores de Cuba en alcanzar lo más alto del podio, siendo uno de los escasos dos medallistas dorados de la delegación cubana en la competición de la capital francesa.
No obstante, eso no fue todo, ya que pocos días después de alcanzar la gloria en los Juegos Olímpicos, volvió al ring para triunfar en la Noche de Campeones celebrada en La Habana y en noviembre pasado deslumbró en la nueva Copa Mundial Profesional de la Asociación de Boxeo Internacional (IBA), donde consiguió su pase a las semifinales programadas para enero próximo.
En la actualidad, son pocos los boxeadores que compiten bajo el amparo de la IBA que puedan igualar el privilegiado estado de forma que ha mostrado el cubano en los últimos seis meses. Sin embargo, el inicio del año no fue favorable para él, e incluso su participación en la cita estival francesa estuvo al borde de no concretarse.
El responsable de esta situación fue el tayiko Bakhodur Usmonov, quien lo venció en el torneo preolímpico celebrado en Busto Arsizio, Italia, a finales de marzo, obligándolo a buscar la clasificación en la última oportunidad.
Por fortuna, Erislandy brilló en Bangkok, Tailandia, asegurando el quinto y último lugar en el boxeo cubano, una cifra que presagiaba el desastre posterior cuando solo lograron una medalla de oro y dos de bronce en los Juegos Olímpicos.
Muchos meses después, y con el dulce recuerdo de París en mente, la derrota ante Usmonov podría considerarse una simple anécdota, al menos desde la perspectiva de un recién coronado campeón olímpico. Sin embargo, este no es el análisis de Álvarez, quien aguarda con anticipación la “revancha”.
Así lo reveló el subtitular mundial de Taskent 2023 durante su reciente participación en la Serie Nacional de Boxeo, que se desarrolla en estos días en Camagüey y enfrenta a las mejores selecciones provinciales del país.
El combate semifinal de la mencionada Copa Mundial de la IBA será precisamente contra el boxeador tayiko, y a pesar de que aún falta un mes, el cubano ya se encuentra inmerso en una ardua preparación para, esta vez, asegurarse la victoria.
“Estoy trabajando muy duro, enfocándome especialmente en la defensa y en conectar golpes fuertes para ese duelo crucial contra el tayiko. Quiero ganar y tomar mi revancha”, declaró con firmeza a los medios que cubren el evento boxístico.
El representante de la Perla del Sur reconoció que aún no está al 100 por ciento de sus capacidades y aprovecha el torneo “como preparación física y para aplicar aspectos técnicos, incluyendo lanzar dos o tres golpes potentes consecutivos, además de hacer fallar a mis rivales y contraatacar”, explicó.
Toda Cuba estará pendiente del enfrentamiento entre Álvarez y Usmonov el próximo 18 de enero en Pekín. El ganador avanzará a la final del certamen universal programada para marzo, también en la capital china, donde se llevarán a cabo todas las fases del campeonato. La IBA anunció que repartirá una bolsa de premios de hasta dos millones de dólares, lo que aumenta aún más las expectativas de los participantes.