Foto: Jorge Luis Borges
Ante el reciente incremento de casos positivos de COVID-19, el Consejo de Defensa Provincial de La Habana ha decidido retornar a la fase de transmisión autóctona. Esta medida incluye diversas restricciones con el fin de detener la propagación de la enfermedad, que ya ha causado cerca de dos millones de muertes en todo el mundo.
En el programa Acceso Libre, emitido por el canal Habana, las autoridades del gobierno capitalino abordaron algunas inquietudes de la población, principalmente sobre el transporte público, que continuará operando, pero solo en el horario de 5 am a 9 pm.
Durante esta etapa, se regularán los viajes interprovinciales, aunque se mantendrá la libre circulación relacionada con la alimentación. Asimismo, el Aeropuerto Internacional José Martí seguirá con sus operaciones habituales. Los viajeros que no cumplan con las medidas establecidas podrían enfrentarse a multas y consecuencias legales.
Las áreas de comercialización de trabajadores por cuenta propia también cerrarán, y los vendedores ambulantes deberán permanecer en sus municipios de residencia. Por otro lado, el turismo interno en la ciudad se mantiene, al igual que los horarios de apertura de las tiendas, que serán de 9 am a 5 pm de lunes a sábado y de 9 am a 1 pm los domingos. A diferencia de la fase anterior, los pagos por servicios como agua y gas seguirán vigentes.
Se implementarán alrededor de 130 medidas en esta fase, siendo notable el cierre de instituciones escolares debido a su alto riesgo, aunque los Círculos Infantiles permanecerán abiertos para atender las necesidades de algunos padres. También se suspenderán las actividades en bares y gimnasios, y los restaurantes solo ofrecerán servicios para llevar.
El Decreto 14/2020 se aplicará rigurosamente en toda su extensión, permitiendo la imposición de severas multas por las siguientes infracciones:
– No usar o usar incorrectamente el nasobuco.
– Falta de pasos podálicos y soluciones de agua clorada o alcohólica en entidades estatales y no estatales.
– La permanencia de personas en áreas públicas y parques fuera de los horarios establecidos, de 7:00 pm a 5:00 am.
– Mantener abiertos locales o instalaciones gastronómicas o de servicios.
– Consumir bebidas alcohólicas en lugares públicos.
– Utilizar áreas culturales y deportivas.
– Realizar ejercicios, juegos o reuniones en la vía pública.
– Permitir que menores o personas discapacitadas estén en espacios públicos sin supervisión adecuada.
– Organizar fiestas de cualquier tipo.
– Cumplir con otras disposiciones establecidas por las autoridades sanitarias.
El periódico oficial Tribuna de La Habana aclara que, cuando sea necesario, se llevarán a cabo los procesos jurídicos penales vigentes.
Los hoteles podrán operar con una ocupación de hasta un 60%, según las características de cada instalación, siempre que se garantice el distanciamiento físico en todas las áreas.
Sin embargo, se suspenderán los servicios extrahoteleros y el funcionamiento de los Centros Nocturnos de las instalaciones hoteleras (clubes, cabaret, salas de fiestas, discotecas), así como las actividades de agencias de viajes y burós de turismo. La transportación de clientes nacionales seguirá siendo proporcionada por las empresas Transtur y Transgaviota, y para los campistas, se utilizarán ómnibus escolares.
Además, se reforzará el control policial en las calles y otros lugares que lo requieran, con el objetivo de asegurar el cumplimiento de las medidas, evitando que las personas deambulen innecesariamente durante la noche.
Este conjunto de medidas incluye restricciones en los servicios tributarios, gastronómicos, bancarios y comerciales, así como otros tipos de trámites.
Existen cuatro líneas fundamentales en este contexto, centradas en priorizar tareas clave para asegurar la economía; avanzar en la implementación de la Tarea Ordenamiento; fortalecer los servicios básicos y fundamentales para la población, y minimizar las altas concentraciones de personas, buscando regresar a una etapa de recuperación de la COVID-19.