Imágenes: R.L Hevia
Una inscripción en la tumba de Paulo FG, ubicada en el Cementerio de Colón, refleja el profundo amor y la conexión especial que el músico compartió con su madre, la pianista, poeta y profesora Caridad “Cary” Gallo (1941-2008). «No te pido ni glorias ni sonrisas; te pido que continúes la obra de la vida y me insertes en ella al final de tu viaje», reza el epitafio en la lápida del artista, situada en el Panteón de Cultura, al lado de las tumbas del sonero Adalberto Álvarez, el flautista José Luis Cortés y, supuestamente, de la cantante Juana Bacallao, aunque esta última aún no ha sido identificada oficialmente, lo cual ha generado críticas entre los admiradores de la artista.
Paulo FG siempre expresó su admiración hacia su madre. En 2017, presentó el poemario póstumo de Cary Gallo, titulado “Voz y Luz de poesía”. El libro fue publicado por Ediciones Cubanas gracias a los esfuerzos de Paulito, según informaron entonces varios medios de comunicación. En sus páginas, el lector puede sentir el amor que el cantante profesaba por quien lo llamó “mi gotita de savia”.
Originaria de La Habana, Cary Gallo tuvo cuatro hijos: tres varones y una mujer. Su producción poética incluye, además, los títulos “La voz amanecida” y “La huella de mi aliento”, separadas por casi cuatro décadas.
Poco se sabe de que su primer libro fue publicado a través de una colección creada por el poeta José Ángel Buesa, destinada a dar voz a los jóvenes talentos de la isla. Además, es importante mencionar que el propio Buesa firmó el prólogo de la joven poetisa, quien debutó profesionalmente en este campo en 1959. Buesa comentó: “Hay mucha adolescencia de sangre impaciente, de avidez curiosa” y prosiguió diciendo: “Su propósito de arte, o sea, comenzar honestamente por el principio, sin actitudes de iconoclasta furibunda, sin teatralidades mesiánicas ni manifiestos estéticos remendones. Bien haya esa pureza, ese aire limpio que nos trae su voz amanecida”.
Paulo FG siempre reconoció haber crecido en un ambiente familiar enriquecedor. En una entrevista realizada en 2019 con el periódico Granma, destacó que su madre “fue uno de los mayores ejemplos en mi vida”.
“Mi madre, uno de los mayores ejemplos en mi vida, estudió literatura y teatrología; fue escritora y poetisa. Mi padre, abogado y periodista, regresó de la guerrilla en la Sierra Maestra con un buen nivel jerárquico, pero era un tipo normal, desprendido”, compartió.
“Me crié en ese entorno donde aprendí que la sencillez era lo más importante. Por eso, enfrenté la fama con mucha nobleza, porque yo era de la calle y siempre defendí mi esencia. Nunca he deseado irme de Cuba a pesar de tener múltiples oportunidades a lo largo de mi carrera”, añadió.
Paulo FG falleció el pasado 1 de marzo debido a un accidente automovilístico en La Habana. Su funeral reunió a cientos de cubanos que acompañaron el cortejo fúnebre cantando sus canciones más emblemáticas como forma de rendirle homenaje.
El epitafio en su lápida representa la mejor manifestación de la unión entre Paulito y su madre, una conexión que captura en su totalidad el significado del amor filial.