Foto: OPS
La Organización Panamericana de la Salud, parte de la Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) en Cuba, ha proporcionado una línea automatizada para la producción y empaquetado de mascarillas que cumplen con el estándar europeo FFP2.
El ensamblaje de estas mascarillas se ha llevado a cabo en el Centro de Tecnología Médica Digital COMBIOMED, según informa el sitio web oficial de la OPS en la isla. La adquisición de este equipo forma parte del proyecto “Mitigando el impacto en salud de la emergencia de la COVID-19 en Cuba”, resultado de un convenio de cooperación entre la Unión Europea (UE) y la OPS.
Esta iniciativa, que comenzó en 2020, celebró su taller de cierre el pasado mes de octubre junto al Ministerio de Salud Pública (MINSAP) y BioCubaFarma. Entre los principales objetivos del programa estaba incrementar las capacidades nacionales para la producción de Equipos de Protección Personal destinados a los trabajadores de la salud que atienden a pacientes con COVID-19.
“Las mascarillas producidas tienen un diseño plegable, con cinco capas de fibras de polipropileno, y presentan un clip nasal metálico no expuesto, situado debajo de las capas, para ajustar la mascarilla a la forma del rostro del usuario. La sujeción a la cabeza se realiza con tiras elásticas ajustadas que permiten un sellado adecuado. Además, el diseño no obstruye el campo visual ni dificulta la respiración”, informaron las autoridades de la OPS.
Asimismo, indicaron que la capacidad nominal de producción de la línea es de hasta 1,800 unidades por hora. La estructura modular del equipo permite un mantenimiento sencillo y maximiza el tiempo de producción disponible.
La inauguración de la línea de producción de mascarillas es la última acción del proyecto. Anteriormente, se había instalado una línea automática para el llenado y etiquetado de medios de transporte para muestras virales en el Centro Nacional de Biopreparados.
Hasta el momento, la situación pandémica en Cuba se reporta bajo control, según informes oficiales; sin embargo, las autoridades sanitarias han advertido sobre diversos cuadros gripales que están afectando a la población, por lo que el uso de mascarillas o nasobucos no debería ser descartado en la vida cotidiana.