La realidad de la reunificación monetaria: Cuatro años después, hay más divisas y dificultades.

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Foto: RL Hevia

Texto: Héctor García

Han transcurrido exactamente cuatro años y cuatro días desde que, el 1 de enero de 2021, dio inicio la unificación monetaria anunciada por el gobierno cubano, con el objetivo de eliminar el CUC y consolidar al peso cubano como la única moneda de curso legal en la isla. Sin embargo, el panorama actual presenta más monedas y más problemas que al comienzo de este proceso.

Se mencionó la idea de «pasar del punto A al punto B», y el ministro que acuñó la frase, Alejandro Gil, casi enfrenta prisión debido a supuestos errores y por malversación. 

Marino Murillo también afirmó que “lo que hay que arreglar se arregla”, y terminó por salir del Consejo de Estado y ser asignado al liderazgo de una empresa. Se habló tanto y se aguardó tanto, que cuatro años después, es casi doloroso constatar que en Cuba circulan el doble de monedas que al momento de intentar eliminar el CUC, y que la que se intentó fortalecer resulta ser la más ineficaz de todas.

El costo de la reunificación monetaria en Cuba

En enero de 2021, Cuba contaba con el peso cubano, la moneda nacional oficial de la isla desde los tiempos de la República, y el CUC, en circulación desde la década de 1990. 

Lo que logró el gobierno tras esta llamada “reunificación monetaria” es que, hasta la fecha, además del peso cubano, circulen la Moneda Libremente Convertible (MLC), dólares estadounidenses y euros.

El costo social también ha sido significativo: con cada mes que transcurre, el poder adquisitivo del peso cubano ha disminuido, afectando la capacidad del pueblo cubano trabajador de acceder a alimentos y productos básicos. Solo quienes laboran para el extranjero y reciben pagos en MLC o en dólares experimentan cierta prosperidad; los demás enfrentan la incertidumbre de cómo y con qué recursos están alimentando a sus familias.

Los jubilados y los empleados del Estado forman parte de este último grupo, que supuestamente “no quedarían desamparados”, pero la realidad ha mostrado lo contrario. 

Además, se evidenció que efectivamente se cerrarían las tiendas en pesos cubanos y en CUC, que la economía se dolarizaría, que surgirían tiendas en dólares americanos y que los precios de los servicios y productos ofrecidos por el Estado realmente aumentarían. Díaz-Canel aseguró lo opuesto en 2020.

Un video que ha circulado ampliamente en días recientes muestra al propio presidente cubano afirmando lo contrario a lo que ha sucedido en los últimos meses, responsabilizando a los medios no estatales de crear esta narrativa para fomentar la desconfianza y la división entre el pueblo.

No es de extrañar que ningún medio estatal se haya atrevido a abordar el mercado de 3ra y 70, y mientras recorre las carreteras cubanas una caravana en conmemoración de la que lideró Fidel hacia La Habana en 1959 tras el triunfo del movimiento revolucionario, en la capital, la población se cuestiona si aún queda algo de lo que los barbudos intentaron conquistar.

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