Foto: Roy Leyra | CN360
Texto: Hugo León
Los apagones en La Habana, que han disminuido notablemente, parecen tener ahora otra causa: apoyar el bolsillo de quienes roban los breakers eléctricos de los contadores durante la noche, dejando sin electricidad a hogares independientes e incluso a varios apartamentos al mismo tiempo.
Un hecho común es que uno o más apartamentos de edificios multifamiliares en La Habana queden sin electricidad debido a estos actos delictivos.
En lo que va de esta semana, varias personas se acercaron a Cuba Noticias 360 para confirmar que han sido víctimas de estos robos. Algunos son residentes de San Miguel del Padrón, en el reparto Ciudamar, y otros viven en uno de los bloques de edificios de Alamar, al este de la capital.
Una de las afectadas de San Miguel relató a este medio que “pensó que era otro apagón más y no le sorprendió, ya que había pasado varios días sin corte de electricidad”.
La entrevistada consideró que “ya era hora” y se resignó, pero minutos después notó que en los otros apartamentos estaban poniendo música y lavando, y se dio cuenta de que solo su hogar carecía de electricidad. Indagó un poco más y encontró que en total eran cinco afectados; un amigo electricista revisó los contadores y les confirmó que les habían robado los breakers.
Un carro de la guardia de la Empresa Eléctrica llegó unas horas más tarde, y también fue necesario informar a la policía.
Los primeros debían esperar a que los segundos actuaran, ya que se trataba de un robo denunciado y no podían tocar los contadores hasta que los peritos tomaran huellas e hicieran su trabajo, lo cual demoró casi todo el día.
Al final, no saben si tomaron las huellas o si la policía actuó. Ya entrada la noche, la Empresa Eléctrica restableció el servicio reconectando los contadores, pero “directos”, sin instalar nuevos breakers, ya que hay escasez.
Al menos los vecinos les ayudaron pasando extensiones para conectar el televisor y la olla de presión durante el día, comentaron los afectados a Cuba Noticias 360.
Un electricista confirmó a este equipo que los interruptores diferenciales, comúnmente llamados breakers, son relativamente fáciles de extraer si se cortan ciertos cables con precisión, y que la solución ante este problema es reforzar la seguridad del lugar donde se ubican los contadores del edificio o de la vivienda independiente.
Si el contador está dentro de la casa, no hay inconvenientes, pero si no es así, hay que protegerlos con rejas y candados en estos tiempos de necesidad, donde la gente hace lo que puede y algunos roban lo que encuentran.
Para el entrevistado, la reconexión directa realizada por la Empresa Eléctrica en San Miguel resuelve el problema, pero representa un riesgo porque los aparatos electrodomésticos quedan desprotegidos ante cortocircuitos o cambios repentinos en el voltaje.
Por lo pronto, en uno de los edificios donde robaron se planifica hacer una reja de cabillas y colocarle un candado al área. “No evitará por completo que vuelvan a robar, porque aún puede ser vulnerada, pero les hará el trabajo más complicado”.
Breakers por MLC o más de dos mil pesos en el mercado negro
En las tiendas estatales han comenzado a vender los breakers necesarios por menos de cinco MLC, algo que pudo confirmar este medio. Sin embargo, no siempre hay disponibilidad, y cuando salen, son comprados en cantidades «por los mismos revendedores de siempre», denunciaron algunos clientes de la capital.
Incluso en la conocida “Cuevita” encontramos breakers con relativa facilidad, pero a dos mil pesos cada uno.
Por los nuevos, en su empaque original, piden hasta dos mil 500 pesos, mientras que los que no están en su empaque, de los cuales no se puede comprobar su origen- aunque los del empaque original tampoco-, se venden entre mil 500 y dos mil pesos cubanos.
Desde 2019 a 2021, en Cuba se produjeron diversas denuncias de casos similares. De hecho, en 2021, el diario estatal Invasor, de Ciego de Ávila, reportó que llegaron quejas a varios centros de atención de la Empresa Eléctrica de la provincia por el hurto de estos dispositivos.
Según el semanario, durante febrero y marzo se registró un promedio mensual de entre 20 y 30 robos de este tipo en el territorio avileño.