Foto: MonsterNetflix | Instagram
El asesinato de José Menéndez, un cubano, y su esposa Kitty, ocurrido en la noche del 20 de agosto de 1989 en su mansión de Beverly Hills, conmocionó al mundo. Lo impactante de este crimen es que fueron sus propios hijos, Lyle y Erik Menéndez, quienes lo cometieron. Este caso se ha convertido en uno de los parricidios más notorios en Estados Unidos, y gracias a Netflix, se ha revivido mediante la serie “Monsters”.
Pero, ¿quién era realmente José Menéndez, cuál era su fortuna, y qué llevó a sus hijos a tomar la drástica decisión de acabar con su vida? Lyle y Erik afirmaron haber sufrido abusos durante su infancia; sin embargo, el veredicto judicial concluyó que el verdadero motivo detrás del crimen era el deseo de quedarse con la millonaria herencia familiar. Ambos fueron condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
De acuerdo con varios informes, en la década de los 80, la herencia de los Menéndez se estimaba en 14,5 millones de dólares estadounidenses, incluyendo propiedades como su residencia en Beverly Hills, otra casa en Nueva Jersey y los ingresos derivados del trabajo de Menéndez, quien emigró a EE.UU. tras la llegada de Fidel Castro al poder.
Gracias a su talento como nadador, José obtuvo una beca deportiva para estudiar en la Universidad del Sur de Illinois, donde conoció a Kitty, su futura esposa. Se casaron en 1963 y se trasladaron a Nueva York en 1968, año en el que nació Lyle, seguido por Erik en 1970.
Menéndez comenzó su carrera en la firma de contadores Coopers & Lybrand, donde rápidamente ascendió hasta convertirse en presidente en sólo tres años. A los 35 años, fue vicepresidente de la empresa Hertz y posteriormente fue transferido a la división musical de RCA, donde jugó un papel importante en la expansión del catálogo de música latina, firmando contratos significativos con bandas como Menudo y Eurythmics.
El cubano fue asesinado por sus propios hijos a la edad de 45 años. Su muerte, junto a la de su esposa, ha resurgido en la pantalla, reavivando el interés por uno de los crímenes más impactantes de los años 80, a través de una serie que consta de nueve episodios, cada uno con una duración promedio de una hora.
