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En ocasiones anteriores hemos comentado sobre el espacio de ‘Aventuras’, tan querido y recordado en la televisión cubana. Muchas de sus propuestas no solo eran productos audiovisuales, sino que formaban parte especial de una época en la vida de aquellos que las disfrutaron.
Sin embargo, para los “más jóvenes”, ese espacio se transformó en series juveniles, presentando propuestas más innovadoras que dejaron atrás los héroes y leyendas y nos acercaron un poco a la realidad contemporánea: el aquí y ahora de una Cuba que fue y que a veces parece que todavía sigue siendo.
Con este listado, recordarás algunas de esas series que quizás estaban guardadas en tu memoria, aunque a veces no sabemos que siguen ahí con una imagen tan nítida. Con solo nombrarlas o mencionar a alguno de sus personajes e historias principales, lograrás ese clic mental que te transportará de nuevo a una época igualmente inolvidable. Si tienes la oportunidad de volver a verlas antes de que acabe el año, no lo dudes. Aún estás a tiempo.
1- Blanco y Negro ¡No!
Blanco y Negro ¡No! retrató en los años 90, con humor y sinceridad, a los jóvenes cubanos, presentando personajes tan variados como el alumno rebelde que escapa de las clases y la chica aparentemente perfecta.
Adriana, interpretada por Laura de la Uz, representaba a esa adolescente en busca de su camino mientras lidia con una familia en constante conflicto. Tito, el hermano rebelde que se entregaba al rock y a la rebeldía, encarnado por Roberto González, nos mostró que la música a veces puede servir como vía de escape. Alejandro, el amigo leal interpretado por Humberto Miranda, nos recordó la importancia de la amistad.
Nos reímos con sus travesuras, nos identificamos con sus dilemas y nos adentramos en sus aventuras. Blanco y Negro ¡No! fue mucho más que una serie; fue el retrato de toda una generación, de su historia a través de una fusión de humor y verdad.
2- Enigma de un verano
Enigma de un verano nos presentó a Pablo y el Colorado, quienes se convirtieron en los Indiana Jones cubanos, explorando Baracoa. Armados con la ingenuidad de la juventud y la sed de aventura, estos dos amigos no solo desvelaron secretos de la cultura taína, sino que también enfrentaron las complicaciones del primer amor.
Estrenada en 2001 y dirigida por Roly Peña, la serie se transformó en ese verano lleno de misterios que muchos deseábamos vivir. Pablo y el Colorado nos enseñaron que cada verano tiene su historia, su enigma y su dosis de sorpresas.
3- Coco Verde
Cuando el grupo de Coco Verde decidió aventurarse en la Ciénaga de Zapata, pensaron que solo grabarían un video para ganar un concurso de la UNESCO. Sin embargo, lo que no sabían es que en medio de la jungla, más allá de los mosquitos y el barro, hallarían un tesoro mucho más grande que cualquier galardón.
Entre barro y buenos momentos, estos estudiantes descubrieron que la verdadera riqueza no estaba en lo que grababan, sino en las historias que vivieron, las conexiones humanas y la generosidad del entorno. Coco Verde nos enseñó que, en ocasiones, los planes más locos son los que traen las mayores recompensas.
4- Doble Juego
Cuando Doble Juego se estrenó en 2002, muchos quedaron sorprendidos por su enfoque audaz. Rudy Mora presentó una serie que trataba temas tabú: el amor en tiempos de homofobia, el racismo y los embarazos adolescentes.
Con personajes que podrían haber sido cualquier vecino o compañero de clase, Doble Juego nos mostró que la vida está llena de matices y todos libramos nuestras propias batallas. Aunque se emitió en el horario de las telenovelas, no se trataba de llenar un vacío, sino de contar historias sinceras, a veces dolorosas, que dejaron una huella en la televisión cubana.
5- Por deporte y amor
Roly Peña volvió a conquistar las pantallas con Por deporte y amor, una serie que combinaba el deporte con temas personales y romances que llegaron al corazón. En esta narrativa, la cancha no solo era un lugar para competir, sino también un escenario para los sueños, los amores y los desafíos.
Esta serie no solo abordó el trabajo en equipo y la lucha por el éxito personal, sino que también exploró los altibajos emocionales y dilemas románticos, mostrando que, a veces, en el juego del amor, es necesario tomar riesgos y confiar en los demás.
6- Mucho Ruido
Estrenada en 2009, Mucho Ruido se destacó rápidamente como un referente de las series juveniles cubanas. La trama se centró en dos grupos de estudiantes: uno de un entorno acomodado y otro de un barrio humilde, enfrentando sus propias realidades.
Lo interesante de la serie fue observar cómo, a pesar de sus diferencias, los personajes lograban forjar lazos de amistad y solidaridad. Mucho Ruido no solo presentó problemáticas sociales como las drogas o la infidelidad, sino que nos enseñó que, a pesar del caos de la vida, siempre hay espacio para la empatía y el entendimiento.
7- Calendario
Estrenada en 2022 y dirigida por Magda González Grau, Calendario rápidamente captó la atención de los hogares cubanos. Los domingos, toda la nación esperaba con ansias su próximo episodio. La serie reflejó la vida de un grupo de jóvenes enfrentando sus dilemas cotidianos, los altibajos de la adolescencia y las relaciones con sus profesores.
Calendario fue especial por su habilidad para capturar la esencia de la juventud cubana, retratando esas experiencias cotidianas y tan reales que nos hacían sentir identificados. Esta serie nos recordó el valor de las historias auténticas, las de nuestra realidad, y cómo tienen la capacidad de unirnos, invitarnos a reflexionar y, si es necesario, cambiar nuestra perspectiva.