Por primera vez en América Latina, dos pacientes recibieron la eutanasia sin estar en estado terminal. Víctor Escobar y Martha Sepúlveda lograron la muerte digna que tanto esperaban, tras una prolongada batalla judicial con jueces y hospitales en Colombia, al solicitarla sin encontrarse al borde de la muerte.
A pesar de que la eutanasia es legal en Colombia, siendo el único país de la región donde está permitida, antes del fallo de la Corte Constitucional en julio del año pasado no era posible solicitar el procedimiento ni siquiera con una enfermedad crónica.
Sin embargo, este veredicto judicial transformó las reglas en el país, permitiendo la aplicación de la muerte asistida a personas que sufren un intenso dolor físico o psicológico debido a una enfermedad grave e incurable, sin necesidad de estar en fase terminal.
Víctor Escobar, de 60 años, fue el primer beneficiario de esta ley el pasado viernes debido a sus múltiples enfermedades: diabetes, hipertensión, artrosis severa, una enfermedad pulmonar obstructiva crónica que le obligaba a usar oxígeno para respirar, y dos accidentes cerebrovasculares sufridos en 2008 que le hicieron perder la movilidad en la mitad de su cuerpo, aunque con el tiempo logró recuperarse parcialmente.
“Es una oportunidad para que un paciente como yo, que tiene enfermedades degenerativas, pueda luchar por una muerte digna,” comentó el colombiano en una entrevista con AP sobre el impacto de su histórico caso.
Por otro lado, el caso más mediático es el de Martha Sepúlveda, una mujer de 51 años con esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad del sistema nervioso que debilita los músculos y afecta las funciones físicas. Ella recibió la eutanasia ayer, después de haber solicitado el procedimiento en varias ocasiones a través de recursos legales.
Su situación provocó un amplio debate en la sociedad colombiana, porque en octubre de 2021 la Corte Constitucional había autorizado el procedimiento que la convertiría en la primera persona en América Latina en optar por la eutanasia debido a una enfermedad crónica, pero no terminal.
No obstante, el plan se complicó cuando la clínica privada que la atendía se negó a llevar a cabo el procedimiento 36 horas antes de que se realizara. Los médicos tomaron esa decisión tras ver una entrevista que la mujer concedió a una cadena de televisión nacional, donde enfatizaba que su enfermedad no le provocaría una muerte natural en el corto plazo. Desde que Holanda se convirtió en el primer país en legalizar la eutanasia en 2002, otras seis naciones han aprobado iniciativas similares, aunque siempre se requiere el consentimiento explícito del solicitante, por lo que en ningún caso es una medida que puedan pedir los familiares de pacientes en coma.
En América Latina, Colombia aprobó la eutanasia en 2014 y hasta la fecha ha realizado más de 150 procedimientos, mientras que en Chile hay un proyecto en curso para legalizarla y en Argentina se está acelerando el debate legislativo sobre el tema.
Sin embargo, países como México y Ecuador imponen restricciones a la eutanasia, con penalizaciones para quienes asistan en el suicidio.