Foto: Archivo CN360
A pesar de las manifestaciones y altercados en las calles de Venezuela por parte de la oposición, quienes, cinco meses después, cuestionan la validez de los resultados oficiales de las elecciones presidenciales que dieron la victoria a Edmundo González, Nicolás Maduro ha sido nombrado oficialmente, por tercera vez, Presidente de esta república.
No sorprende que esto haya sucedido. En una dictadura como la que Maduro ha gobernado por más de una década, el juego y la manipulación continúan activos, mientras que cientos de miles de venezolanos no se quedan de brazos cruzados y marchan por sus derechos de libertad, a riesgo de ser asesinados o detenidos por las fuerzas policiales.
Nicolás Maduro asumió el cargo el 10 de enero, en una ceremonia celebrada en la Asamblea Nacional. Deberemos esperar seis años más, hasta el final de su mandato, para ver quién tomará el relevo, aunque durante este periodo podría ocurrir un golpe de estado por parte de la fuerte oposición, que tiene como figura destacada a María Corina Machado.
“Juro por el histórico, noble y aguerrido pueblo de Venezuela y ante esta Constitución, que haré cumplir todos sus mandatos, inauguro el nuevo periodo de la paz, la prosperidad y la nueva democracia”, declaró el mandatario ante el presidente del Parlamento, el chavista Jorge Rodríguez.
La tensión generada por la investidura de Maduro ha llevado a Colombia a mantener cerrada su frontera común hasta el próximo lunes.
Desde México, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció que el embajador de México en Venezuela, Leopoldo de Gyvés, asistirá como representante en la ceremonia. Ya han llegado al país el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, delegados de Argelia, de la República Democrática del Congo, el secretario general de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Haitham al Ghais; así como representantes del partido gobernante Morena de México y miembros brasileños del Foro de São Paulo, entre otros, según informaciones de medios locales.
Sus vecinos Colombia y Brasil, cuyos líderes habían mantenido una relación amistosa con él en casi todos los temas, intentaron mediar en un acuerdo de paz entre su gobierno y la oposición después de las elecciones de julio. Pero Maduro no dio su brazo a torcer.
Por esta razón, ninguno de los presidentes de esos países asistirá a la ceremonia y, en su lugar, enviarán a representantes.
Edmundo González, el candidato opositor, había declarado que llegaría a Venezuela antes de la toma de posesión de Maduro; sin embargo, esto no sucedió. Desde este jueves, se han llevado a cabo protestas en las calles para rechazar el régimen chavista, en las que estuvo presente la propia María Corina Machado, quien fue detenida y luego liberada.
Ante este panorama, los votantes de todo el país confirmaron que emigrarían si Maduro continuaba en el poder. Cabe recordar que, bajo su régimen, más de 7.7 millones de venezolanos ya han dejado su país en busca de mejores condiciones de vida.