Foto: Archivo CN360
Texto: Hugo León
Matanzas, con un total de 109 mil 877 hogares que dependen del gas licuado para cocinar, ha estado enfrentando una grave crisis con este recurso durante varios meses. Según fuentes oficiales, se considera la crisis más severa desde el año 2023.
Esta situación se agrava debido a la escasez de cilindros y problemas en la distribución, lo que ha llevado a muchas familias a recurrir a la leña como alternativa. Para algunos, esto representa otro ejemplo de la creatividad del pueblo cubano; para otros, es un claro reflejo de la precariedad en la que se vive y de la crisis que persiste en el país.
Según funcionarios de la División de Comercialización de Combustibles en la región, también existe escasez de cilindros y problemas de distribución.
“Aún hay clientes que no han recibido gas desde julio o incluso durante el primer semestre del año”, admitió un representante.
Decenas de miles de familias se encuentran en esta difícil situación, especialmente en municipios como Martí, Los Arabos y Colón, donde la demanda es mayor debido a la cantidad de clientes.
En cuanto a la falta de cilindros, la responsabilidad recae en la Empresa de Conformación de Metales Noel Fernández (Conformat), la única productora de cilindros en Cuba, que no ha logrado satisfacer la demanda a pesar de haber asegurado que duplicaría su producción.
Asimismo, hay inconvenientes con el transporte, ya que se depende de contratistas externos que no siempre aseguran un proceso completo, expresó un directivo.
En un informe del diario estatal matancero Girón, José Lemus Gil, jefe de área del gas licuado en Matanzas, mencionó que hay casos críticos que se supervisan de manera independiente, para que el servicio llegue directamente a sus hogares de forma prioritaria.
Mientras tanto, las denuncias de familias que afirman estar cocinando con leña en pleno siglo XXI provienen de diversas partes de la isla. Desde Santiago de Cuba hasta Holguín, Santa Clara, Granma, Pinar del Río y ahora Matanzas, las quejas han sido constantes. Como a la carencia de gas licuado se suman los apagones, no hay muchas alternativas más que recurrir al carbón o la leña.