Foto: Horizonte
En una reciente entrevista, el presidente de la Federación turca, Mehmet Akif Ustundag, anunció que la opuesta cubana de solo 23 años, Melissa Vargas, formará parte de la selección nacional de Turquía para la Liga de Naciones 2023.
Desde abril de 2021, Melissa Vargas cuenta con la doble ciudadanía de Cuba y Turquía. Tras cumplir el periodo de dos años requerido por la FIVB (Federación Internacional de Voleibol) para representar a una nueva selección después de nacionalizarse, la jugadora estará disponible para defender los colores de su nueva nación. La VNL 2023, que contará con la participación de 16 equipos de alto nivel en ambas categorías, se llevará a cabo en junio y julio, por lo que ya se la considera elegible.
Melissa Vargas es reconocida como una de las mejores jugadoras actuales, participando desde 2018 en las ligas de China y Turquía con los clubes Tianjin y Fenerbache Opet de manera alternada.
Su potente estilo de ataque y su capacidad de liderazgo en la cancha la han hecho destacar, comparándose con las figuras más destacadas en su posición. Estos atributos fueron evidentes desde su debut a los 13 años con la selección nacional de Cuba, lo que atrajo la atención de los medios de comunicación en todo el mundo sobre este fenómeno cubano.
Después de sufrir una lesión en el hombro en 2016 y por discrepancias entre sus padres y la Federación Cubana de Voleibol, esta última le impuso una severa sanción de cuatro años de suspensión, rompiendo casi todos los lazos con la jugadora.
Un año más tarde, tras recuperarse de su lesión, Vargas consiguió su primer contrato de manera independiente con el Prostejov en República Checa, y en 2021 se unió a la Federación turca.
En los últimos años, ha habido varios casos de voleibolistas cubanos que han optado por representar a otras naciones, a menudo formando parte de selecciones de primer nivel, como es el caso de Wilfredo León con Polonia, Yoandy Leal con Brasil y Osmany Juantorena con Italia.
La selección masculina de voleibol debutará esta temporada en la VNL con una generación consolidada, compitiendo en las mejores ligas del mundo. Sin embargo, la situación es diferente en el equipo femenino, ya que las jugadoras más talentosas ya no representan a Cuba, lo que ha llevado a que la base del equipo femenino carezca de experiencia y los resultados sean muy distintos a los de épocas pasadas.