“Tengo mi teléfono desbordado de amor hacia mi padre y mi familia, por los 4 costados. No tengo cómo agradecer. Lo mínimo que puedo decirle a todos los que están en primera fila en esta batalla, es Gracias”. Así lo expresó Pavel Molina Ruiz en su perfil de Facebook la noche del 18 de agosto, después de anunciar que su padre, el destacado actor Enrique Molina, había contraído COVID-19.
Rápidamente, los mensajes de amor y deseos de recuperación comenzaron a llegar. “Sí compay dale duro. Dale mi Silvestre que tú puedes. No te rindas……” se puede leer entre los cientos de comentarios que reaccionaron ante la triste noticia.
El memorable personaje de Silvestre Cañizo en la telenovela Tierra Brava es uno de los roles que han inmortalizado a este talentoso actor en la historia del arte en Cuba. Su actuación le ha valido importantes reconocimientos, como el de «El mejor actor elegido por la audiencia» (2014) en el Festival «El Gallo de Oro y las 100 Flores” realizado en la República Popular China, así como el Premio ACTUAR por la Obra de la Vida (2018).
Diversas personalidades de la cultura, tanto nacional como internacional, han mostrado interés por la salud de Enrique. La cantante cubana Niurka Reyes escribió: “¡Fuerza querido Molina!… ponte bien rápido, Cuba te necesita… te mando un abrazo fuerte”.
A los 78 años, este actor que cautiva a través de la pantalla se enfrenta a una grave enfermedad que ya ha cobrado la vida de más de 4 mil cubanos, y lo hace con fortaleza y optimismo, brindando esperanza a quienes siguen su estado de salud. Pavel continúa compartiendo actualizaciones a través de las redes sociales; recientemente, en la mañana de ayer, publicó un audio enviado por Enrique que refleja su buen ánimo, sosteniendo su espíritu luchador y su jocosidad. “Es que su sentido del humor está presente siempre, por eso está vivo”, escribió como complemento perfecto al material sonoro.
Mientras se aguardan nuevas noticias, los mensajes continúan llegando: “El viejo es un luchador. Saldrá adelante. Todos lo necesitamos en las tablas y la pantalla. ¡EL MEJOR!!!!”. “Las mejores bendiciones para este grande, uno de los padres de la actuación cubana, que la vida lo acompañe. ¡Vamos, que puede! Su vida es más grande que la COVID”.
No era necesaria una prueba tan dura para demostrar, una vez más, que Enrique Molina se ha ganado el corazón del pueblo cubano, no solo por su indiscutible talento, sino por su personalidad carismática, humilde y cercana a los televidentes. Molina no es solo el padre de Pavel; también lo es para muchos otros cubanos y siempre será un referente para la actuación en Cuba.
Las últimas informaciones sobre el estado de salud del actor indican que se mantiene estable, aunque todavía requiere terapia con oxígeno.
