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Texto: Hugo León
El icónico defensor alemán Franz Beckenbauer, considerado uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos, falleció el domingo 7 de enero a los 78 años, según anunció la Federación Alemana de Fútbol.
La noticia, confirmada por la familia del deportista, sumerge en luto a los aficionados alemanes y a sus seguidores en todo el mundo, así como a los amantes del fútbol en general. Se ha ido la figura más destacada del fútbol alemán, y solo el hecho de ser reconocido así en un país repleto de estrellas y leyendas del deporte, es suficiente para comprender su grandeza.
Beckenbauer, apodado “Der Kaiser” (el Emperador), disfrutó del éxito con su selección de todas las maneras posibles: fue campeón del mundo como jugador en 1974 y nuevamente como entrenador en 1990.
En su estantería, se encuentra la antigua Copa de Europa con el Bayern Múnich; ganó una Eurocopa con Alemania y posee dos Balones de Oro (años 1972 y 1976)… un palmarés más que suficiente para justificar su apodo.
El jugador había estado lidiando con problemas de salud que lo mantuvieron alejado de la vida pública por varios años y ahora, tras su fallecimiento, muchos clubes, selecciones y jugadores se reúnen para recordar y rendir homenaje a la leyenda.
“Su muerte es una pérdida para el fútbol y para Alemania en su conjunto. Fue uno de los más grandes como jugador y entrenador, pero también fuera del campo”, citó Bild a Lothar Matthaus, capitán de la selección alemana que fue dirigida por Beckenbauer y ganó el Mundial del 90.
Con ‘Die Mannschaft’ exhibió talento, elegancia y liderazgo, lo que le valió ser elegido en cuatro ocasiones como el mejor jugador del año. Y no es casualidad: además de su destreza con el balón, era reconocido por su versatilidad, lo que le permitía jugar como centrocampista o defensa central, ambas posiciones con gran maestría.
Líder nato desde la defensa y con una extraordinaria capacidad para organizar el juego, Der Kaiser dejó una huella imborrable en la historia del fútbol alemán y mundial.
Sus últimos años como futbolista se desarrollaron en el Hamburgo, donde logró el campeonato de liga, y en el Cosmos de Nueva York, equipo con el que también dejó su marca: él y Pelé llevaron a la franquicia a ganar tres campeonatos.