Fotos: RL Hevia
En septiembre de 2024, se identificó un punto crítico en los problemas relacionados con el suministro de agua potable en La Habana, afectando a más de 130,000 personas debido al estado de los equipos de bombeo y a la situación del suministro eléctrico.
Sin embargo, el problema, que inicialmente parecía restringido a las áreas periféricas de la ciudad, se extendió a uno de los municipios más importantes: Plaza de la Revolución, donde hay sectores que todavía requieren el servicio mediante pipas.
Frente a estas adversidades, el gobierno cubano implementará una nueva tubería “que permitirá a más de 72,000 habitantes del municipio, así como a otros cerca de 40,000 de los consejos populares Las Cañas y El Canal en El Cerro, beneficiarse con la mejora en el suministro de agua”, de acuerdo con medios oficiales.
Se informó que los equipos de bombeo, así como componentes como válvulas y accesorios, fueron adquiridos en el extranjero, y a esto se suman los costos de combustible y los materiales de construcción necesarios para la ejecución y finalización del proyecto.
“El desarrollo de la inversión está valorado en aproximadamente 98,000,000 de pesos solo en la primera fase” y será llevada a cabo en tres etapas, que incluirán el reemplazo de la tubería, el tendido de un conducto expreso de polietileno de alta densidad y la rehabilitación de la prolongación de la tubería Marino-Palatino.
Aunque se estima que el avance de la obra es del 60% hasta ahora, no hay un tiempo exacto establecido para su finalización.
Mientras tanto, se continúan registrando fugas en estas áreas “ya que se sigue utilizando la tubería antigua; hasta que esta no esté terminada, de lo contrario se tendrían que suspender los servicios”, señaló el periódico oficialista Granma.
Por otro lado, se ha cuestionado la calidad de los trabajos realizados, “que en muchas ocasiones son insatisfactorios” y que podría comprometer, si persiste la situación, uno de los servicios más esenciales para la población de estas dos zonas.