Foto: Cuba Noticias 360
Texto: Fede Gayardo
El Observatorio de Libertad Académica (OLA) ha emitido un informe a raíz de las recientes imágenes de un evento en una escuela cubana que se han compartido en las redes sociales, denunciando “la estandarización de la obscenidad como forma de socialización”.
De acuerdo con el informe, este fenómeno desvirtúa la función social de la educación pública y contribuye a la “trivialización de las normas básicas de urbanidad y educación formal en varios sectores de la población”.
Para contextualizar lo sucedido, mencionaron un video que circuló en redes sociales, donde se observa un matutino en el Instituto Preuniversitario “Grito de Yara”, en Granma, en el que una estudiante interpreta un tema de reguetón con letras “explícitamente obscenas”.
Ante este acontecimiento, la organización hizo un llamado a “la responsabilidad de los docentes y directivos” para abordar situaciones como esta, sugiriendo la implementación de políticas educativas basadas en un enfoque multidisciplinario y científico.
En otro apartado de la denuncia, el OLA subrayó el silencio de las autoridades, que en lugar de pronunciarse sobre el incidente, se apresuraron a difundir imágenes de otros actos “más formales” celebrados en el preuniversitario.
“Lamentablemente, la canción cantada por la estudiante es solo un ejemplo más de estas prácticas nocivas dentro de las instituciones educativas. Frecuentemente, estos episodios son instigados por los propios docentes, quienes acceden a la pedagogía como última opción profesional al quedarse rezagados en la escala académica al finalizar el nivel medio-superior del sistema educativo”, asegura el informe del OLA.
Además, hicieron un llamado a la responsabilidad de los docentes y directivos para abordar el fenómeno expuesto, “lejos de triunfalismos y cifras no verificables”.
También enfatizaron que “no es suficiente con dictar lo punible de los hechos en cuestión, tal como ha hecho el Ministerio de Educación, si lo legislado no se traduce en acciones medibles y metodologías viables según la magnitud de la problemática presentada”.
Entre los numerosos comentarios y publicaciones que surgieron en redes tras la difusión de las imágenes, el Observatorio destacó el de un vecino de la zona, quien afirmó que “hay muchos responsables de este acto ridículo, desde el metodólogo que visitó la escuela días antes, el equipo de profesores que organizó el evento, sus instructores de arte, la persona a cargo del guión; en fin, hay mucho de dónde cortar. Nos ocurre esto porque hemos aprendido a ver lo incorrecto como normal, el conformismo, la negligencia, el exceso de confianza, la pérdida de responsabilidad, más en los tiempos actuales, la desatención y la inmadurez de docentes, alumnos y quienes son directamente responsables. Es una pena, conozco la lealtad de su director, su exigencia. Es una lástima que esto suceda en un centro que tiene buenos resultados; estamos normalizando lo anormal…”.