Foto: Archivo CN360
Texto: Hugo León
El gobierno español ha anunciado que en mayo comenzará a aplicarse el nuevo Reglamento de Extranjería, donde la figura del arraigo jugará un papel fundamental en la política migratoria.
Esta nueva legislación cambia las reglas del juego al introducir cinco modalidades de arraigo, cada una de las cuales puede beneficiar a miles de migrantes cubanos que llegan a España.
Modalidades de arraigo en España
En primer lugar, tenemos el “arraigo laboral”, diseñado para aquellos que puedan demostrar una relación laboral previa en España. Este procedimiento ya existía, pero la normativa actual ha reducido el tiempo mínimo de empleo requerido.
También está el “arraigo social”, el cual exige demostrar una permanencia continua en el territorio español de al menos tres años, vinculación familiar o un informe favorable de integración proporcionado por las comunidades autónomas.
Asimismo, encontramos el “arraigo humanitario”, dirigido a víctimas de conflictos armados, enfermedades graves o desastres naturales, entre otras circunstancias excepcionales que son evaluadas por las autoridades correspondientes.
Por otra parte, se presenta el “arraigo por formación”, que constituye una de las principales novedades, ya que permite a los cubanos y a otros extranjeros acceder a una residencia temporal. Para ello, deberán comprometerse a participar en programas de formación laboral, especialmente aquellos en sectores demandados.
Finalmente, está el “arraigo familiar”, que favorece a los padres de menores de nacionalidad española o a los hijos de ciudadanos españoles por origen.
El arraigo como vía para solicitar la nacionalidad española
Para obtener el arraigo, además de reunir la documentación necesaria, es preciso cumplir con el periodo de residencia legal requerido, que en el caso de los ciudadanos iberoamericanos es de dos años, mientras que para otras nacionalidades puede llegar hasta diez años.
Los ciudadanos cubanos se benefician en este aspecto, ya que solo deben demostrar una permanencia de dos años. Es fundamental que los solicitantes muestren una buena conducta cívica e integración, superando las pruebas de integración establecidas por el Gobierno, como el examen de dominio del idioma.