Texto: Karla Castillo
No se trata de una novela romántica ni de una película de Hollywood, aunque tiene los elementos para serlo. La realidad es que Pamela Anderson se enamoró de su guardaespaldas, y la historia culminó con su boda, celebrada en una ceremonia privada durante las recientes navidades.
Dan Hayhurst es el nombre del galán “bodyguard” que logró conquistar el corazón de la ex estrella de Baywatch. Se rumorea que su relación comenzó a mediados de septiembre de 2020, en medio del confinamiento, lo que demuestra que con la Covid-19 en escena, cualquier cosa puede suceder.
La boda tuvo lugar en la residencia de Anderson, situada en la Isla de Vancouver, un lugar de gran valor sentimental para ella, ya que allí vivieron sus abuelos y también se casaron sus padres.
Sobre la famosa modelo de 53 años, se dice que este es su quinto o sexto matrimonio, y sus relaciones amorosas siempre han captado la atención pública, sobre todo por lo tumultuosas que han sido algunas, como la que tuvo con el baterista de Motley Crue, Tommy Lee. Otros hombres importantes en su vida han sido el rapero Kid Rock, el productor Rick Solomon y, más recientemente, Jon Peters.
No obstante, ella ha aclarado que el número real de sus matrimonios es otro: “Gracias a Dios mis matrimonios han sucedido como sucedieron, y estoy feliz de estar aquí. Me he casado tres veces, aunque la gente cree que han sido cinco, no sé por qué, pero solo han sido tres, con Tommy Lee, Bob Ritchie y Rick Salomon”, comentó en una ocasión.
Y esta no fue la única vez que tuvo que aclarar a sus seguidores el estado de su vida amorosa. En enero, tras 12 días de relación con el controvertido productor de cine Jon Peters, se corrió el rumor de que se habían casado, pero ella desmintió esta información en un comunicado en sus redes sociales.
Regresando a este cuento de hadas que vive ahora, la actriz y activista compartió en una entrevista con el diario Daily Mail que el año que llevan juntos se siente como siete, “como los años de perro”. Además, explicó que se enamoraron en la soledad del confinamiento, pasando ese tiempo sin ver a nadie más.
Ahora que ha llegado el momento del “y vivieron felices para siempre”, Anderson declara estar exactamente donde necesita estar “en los brazos de un hombre que realmente me ama”. Solo resta desearles a los tortolitos un feliz matrimonio.
