Foto: Misuko | Facebook Ferrer Montes
El cantautor cubano Pedro Luis Ferrer se mostró profundamente conmovido por la autenticidad del público que asistió este miércoles al segundo concierto que ofreció en la sala teatro del Museo Nacional de Bellas Artes en La Habana, acompañado de su hija Lena Ferrer.
“Agradezco la desbordante acogida del público entusiasta y receptivo que llenó anoche la sala”, escribió el también poeta en su muro de Facebook, añadiendo que “nos sentimos muy emocionados” y “como en una gran familia”.
Después de más de siete años alejado de los escenarios de la isla, el intérprete de ‘La tarde se ha puesto triste’ relató que, antes de iniciar el primer concierto el martes, “en la puerta del museo había un grupo expectante”, que estaba “sin invitación ni tique”.
“A todos se les permitió ingresar al concierto”, aclaró, al tiempo que explicó que “la sala estuvo completamente llena” y que “hubo personas hasta en los costados del escenario”.
Ferrer, quien afirmó tener “una buena antena instintiva” para “percebir inmediatamente al público que tengo delante” y “detectar rápidamente las características del auditorio”, precisó que “la vibración de anoche fue profunda” y “de una sinceridad absolutamente auténtica”.
El músico añadió que todavía está impactado por “el cariño sincero del público” que desbordó el teatro, así como por “el formidable ímpetu de tan reconfortante energía”.
“Ir al mundo no debe significar despojarse de la geografía donde nacimos y nos educamos. La mayor parte de mi obra la compuse y estrené en Cuba, no siempre con el beneplácito oficial, por supuesto, pero invariablemente con el propósito de nutrir el arte en la espiritualidad del pueblo al que pertenezco”, argumentó.
Algunos de los seguidores le recordaron que estará “entre los grandes de la cultura cubana de todos los tiempos por siempre”, que “se le quiere en Cuba, maestro” y que “a usted también le hacía falta este encuentro”.
Es importante destacar que estos conciertos no estuvieron exentos de controversia, ya que inicialmente solo estaba prevista una presentación, pero el teatro solo vendió 33 entradas al público. Tras las denuncias del público en redes sociales, el artista mostró su desacuerdo con la gestión y se comprometió a realizar un segundo concierto, cuyas entradas se destinarían únicamente a la población.
En octubre de 2022, el músico renunció a la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.