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Pinar del Río, la provincia más occidental de Cuba, se ha convertido en el epicentro del coronavirus en el país, reportando este domingo dos mil 42 nuevos contagios, lo que implica una grave situación epidemiológica en un territorio con aproximadamente 580 mil habitantes.
La situación fue presentada por el Grupo Temporal de Trabajo que enfrenta la pandemia en la isla, donde durante este agosto las estadísticas de infectados superan a las de todos los meses desde el inicio del COVID-19, según informes de la televisión cubana.
Los funcionarios del gobierno en Pinar del Río señalaron que cinco municipios presentan el mayor número de casos, especialmente la ciudad capital, Pinar del Río, “donde estamos concentrando las principales acciones”. Aclararon que se están aumentando las capacidades para pacientes graves en colaboración con el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) y se están habilitando otras en el hospital Abel Santamaría “en las que nos estamos enfocados, además de reforzar el cumplimiento de las medidas”.
La provincia enfrenta este desafío infeccioso en medio de un contexto donde Cuba reportó nueve mil 320 nuevos casos de Covid-19 (con un total acumulado desde marzo de 2020 de quinientos 92 mil 619) y 74 fallecidos. A lo largo de la pandemia, hay cuarenta y nueve mil 901 confirmados activos, según datos proporcionados en la habitual comparecencia televisiva del MINSAP, encabezada por el doctor Francisco Durán García, director nacional de epidemiología.
“Una cifra muy elevada de activos, prácticamente cincuenta mil, y mil 414 más que el día anterior. Eso nunca lo habíamos tenido en Cuba y refleja la alta cantidad de personas diagnosticadas diariamente con la enfermedad”, comentó Durán.
De los enfermos reportados hoy, dos mil 42 proceden de Pinar del Río, y de las 74 muertes a nivel nacional, siete pertenecen a esta demarcación.
En el territorio, se encontraban hospitalizados para vigilancia clínica epidemiológica mil 877 pacientes, de los cuales 299 eran sospechosos y seis mil 560 confirmados activos, de ellos mil 578 en instituciones de salud y el resto en sus hogares.
Al cierre de la información, se habían identificado veinte mil 738 contactos de contagiados y la provincia acumula treinta y un mil 152 casos nuevos de coronavirus desde el 11 de marzo de 2020, fecha en la que comenzó la pandemia.
Actualmente, es una zona convulsa, donde se siente el miedo “que afecta la salud emocional debido a la cercanía de los contagios”, escribe la periodista Yolanda Molina Pérez en el periódico provincial “El Guerrillero”.
“Ante la obligación de salir en búsqueda de sustento o por razones laborales, se siente la amenaza de la exposición ante la irresponsabilidad ajena, aquellos que insisten en realizar visitas, bajarse el nasobuco (mascarilla) y violar el distanciamiento físico”, afirma y recuerda que “hay temor por los vulnerables que amamos y por la imposibilidad de sentirnos a salvo”.
En la región, se ha identificado la presencia de la variante Delta del virus SARS-CoV-2, originada en India, lo que ha incrementado los índices de transmisión.
“En las estadísticas diarias no se contabiliza la desesperación por el encierro y el impacto que esto tiene sobre nuestros niños, adolescentes y jóvenes, debido a la pausa impuesta en sus vidas”, enfatiza la periodista de “El Guerrillero”.
No hay forma de medir la ansiedad que produce esperar un resultado para saber si otra vez “escapamos” o si nos sumamos a los positivos, añade más adelante.
“Las vacunas no serán la solución a nuestros problemas: debemos cuidarnos, detener la cadena de transmisión y replantearnos qué es lo verdaderamente esencial antes de salir de casa; esto también aplica para quienes continúan convocando a reuniones, actos y celebraciones, como si hubiera alguna urgencia o conmemoración que justifique poner en riesgo nuestra sobrevivencia”, acentúa, lo que parece aludir a iniciativas frecuentemente propuestas por el gobierno y organizaciones políticas, las cuales son criticadas en general por gran parte de la población cubana, especialmente en las redes sociales.
En este contexto vivencial de los habitantes de la región occidental cubana, el periodista pinareño Ronald Suárez expresa este lunes en su perfil de Facebook que antes de que el doctor Durán “diera el parte de hoy, ya sabía que las noticias para Pinar del Río no serían buenas, por las veces que desde mi balcón vimos pasar el carro fúnebre hacia el hospital León Cuervo Rubio”.
Y añade: “Así de violenta se ha vuelto esta pandemia en una provincia donde hace cuatro meses que la COVID-19 muestra un comportamiento ascendente, a pesar de las numerosas medidas que se han implementado”.
Según los datos del MINSAP, cinco de cada 100 pinareños han contraído la enfermedad desde el inicio de la epidemia. “14,275 lo han hecho en los últimos 15 días. Una cifra alarmante para un territorio de apenas 580 mil habitantes”, precisa Ronald Suárez, quien advierte que “las cifras suelen ser frías, impersonales y vagas. Generalmente duelen menos que otras cosas y acaban siendo olvidadas con facilidad”.
También lanza un mensaje de alerta: “Sin embargo, para que no se nos olvide, como una expresión tenebrosa de lo que nos está costando este virus maldito, en el costado derecho del cementerio hay una fila de cruces que se alarga día a día y nadie sabe hasta dónde llegará…”