Foto: Chejochuleta09 | Flickr
Polo Montañez tenía 47 años cuando perdió la vida en un accidente automovilístico. En ese momento, se encontraba en la cúspide de su carrera, habiendo conquistado no solo a los cubanos, sino a gran parte del mundo con su música. Hoy se conmemoran 21 años de su partida física, el adiós de ese Guajiro Natural que tocó el corazón de sus seguidores con sus letras, su voz y su humildad como artista.
Polo es el claro ejemplo de que la música no conoce fronteras ni limitaciones de edad. Su legado perdura en el presente, incluso luego de más de dos décadas desde su fallecimiento. Muchas de sus canciones se convirtieron en himnos para una generación que tuvo la fortuna de disfrutarlo en vivo, de cantar a todo pulmón con él y de capturarlo en fotografías.
Tres años antes de aquella trágica ocurrencia, a los 44 años, Polo había compuesto más de 70 canciones de manera autodidacta. No contaba con formación profesional ni conocimientos musicales; su inspiración provenía del sonido del campo.
Aprovechando esa mezcla de géneros y los ritmos que conocía, Polo creó un estilo propio, abordando tanto sucesos externos como experiencias personales, «impregnados de elementos rurales: la yunta de bueyes, el olor a carbón y el aroma de murciélagos», según sus biografías.
En 1994, tras el surgimiento del Complejo Las Terrazas, y sin creer en la magnitud de lo que sucedía, Polo y su grupo comenzaron a presentarse en diversas instalaciones turísticas como el Hotel Moka, el Rancho Curujey y el Cafetal Buenavista. Durante este trayecto, se le abriría una gran oportunidad.
Conoció al propietario de un sello europeo, Lusafrica, y años más tarde, en 1999, firmó un contrato para grabar varios discos. Así nació su primer álbum, Guajiro Natural, con la canción «Un montón de Estrellas». Fue un éxito rotundo. En Colombia, vendió más de 40,000 copias, logrando el estatus de Oro y Platino, y siendo reconocido como el artista internacional más escuchado.
“Nosotros interpretábamos cosas que nos pedían o que estaban de moda en fiestas y recitales en comunidades de todo el territorio vueltabajero. Cuando comenzamos a ser anfitriones en el Motel Las Terrazas, que se ubica en la comunidad a la que nos mudamos después de tantos años en el campo, me surgió la idea de intercalar mis propias composiciones”, explicó en una entrevista con el periodista cubano Pedro de la Hoz. Esta decisión cambiaría su vida.
“No sé si mucha gente se dio cuenta de que eran mis propias creaciones, nacidas de mi corazón y de mi mente, porque debo aclarar que la inspiración requiere esfuerzo para hacer música, ya que no cae del cielo simplemente porque uno lo desee. Lo cierto es que muchas de las personas que pasaban por Las Terrazas o nos escuchaban en diferentes lugares empezaron a prestar atención a algunos de mis temas”, añadió en la misma conversación.
Polo, según varios informes de prensa, reafirmó la poderosa vitalidad de la música original del campo cuando es abordada con sinceridad, talento y sencillez, lo cual se refleja tanto en su obra como en su personalidad.
Era una especie de poeta de la montaña, “un poeta que escapó de sí mismo”: “Al escuchar las canciones de este hombre que tenía aún mucho más por ofrecer a la música, uno se percata de que su poesía, sin educación formal y sin pretensiones, era auténtica y con un sentido de pertenencia. Fueron cantos que invitan a mirar hacia la tierra, al corazón puro y a reflexionar sobre ciertos tópicos sociales”, describe una crónica publicada por TeleSur, al conmemorarse 19 años de su fallecimiento.
Polo Montañez partió físicamente el 26 de noviembre de 2002, seis días después de haber sido hospitalizado en el Hospital Militar Carlos J. Finlay, a causa de un accidente automovilístico en la zona de Coronela, cerca de San Cristóbal, Pinar del Río. Posteriormente, fue enterrado en el cementerio de Candelaria, en Artemisa.
En su honor, el centro cultural que se encuentra en la plaza principal de Viñales, Pinar del Río, lleva su nombre.
Poco después de su muerte, el cantautor José Valladares compuso una canción en su homenaje titulada «Cazador de Estrellas». Varios artistas, como Pedro Calvo, Paulito FG y Jenny (vocalista de Los Van Van), también rindieron tributo a la inolvidable figura del Guajiro Natural.