Foto: David López
En respuesta a las múltiples explosiones registradas el lunes en los tanques de petróleo en llamas en la base de Supertanqueros de Matanzas, así como a la nube en forma de hongo que se extiende hacia el occidente del país, muchos habitantes de Matanzas y cubanos se plantean la inquietante pregunta de por qué el crudo arde con tanta intensidad.
Rolando Isaac Nogueira Castro, exbombero y especialista en seguridad contra incendios, explica que combustibles como el crudo y el diésel son, en cierta medida, más complejos de extinguir que líquidos inflamables como la gasolina o el alcohol. “Cabe destacar que técnicamente se trata de dos términos distintos: combustibles e inflamables”, aclara Nogueira en su publicación.
El especialista señala que los líquidos combustibles, como el crudo, son más pesados, lo que provoca que su velocidad de evaporación sea más lenta. En lugar de liberar calor, estos líquidos utilizan el calor que generan para autocalentarse.
Tras la primera explosión, se comunicó oficialmente que los tanques afectados en la Base de Supertanqueros de Matanzas contenían principalmente crudo nacional mejorado. Sin embargo, ¿cuál es la diferencia química entre el crudo nacional e internacional?
En diversas ocasiones, al abordar la crisis electroenergética que enfrenta Cuba, las autoridades han insinuado que el crudo nacional posee características químicas que impiden su consumo directo.
De acuerdo con una investigación publicada en la Revista CENIC de Ciencias Químicas, en su edición número 2 del año 2021, el crudo extraído de los pozos nacionales “es un petróleo extrapesado, con alto contenido de azufre y asfaltenos. Estas propiedades indican que su calidad comercial es similar a la de los crudos encontrados en otros bloques del yacimiento Varadero, caracterizándose también por ser pesados, extrapesados y altamente sulfurosos, pertenecientes a la Familia I de los crudos cubanos”.
Este líquido sin procesar se convierte en un material bastante tóxico y propenso a grandes combustiones. Además, cuando el crudo cubano se procesa para alimentar el sistema electroenergético nacional, no pierde su volatilidad, y en ocasiones, esta puede incluso aumentar.
Justo hace unos meses, el sitio oficial Cubadebate explicaba parte de este proceso y los gases tóxicos que podrían generar. “Nuestro petróleo es, en general, muy viscoso, lo que dificulta su refinación y purificación debido a barreras físicas y tecnológicas. Para hacerlo más fluido, generalmente se mezcla con petróleos menos viscosos. Si se quema directamente, como estamos haciendo actualmente en nuestras plantas termoeléctricas, lo que produce la mayor cantidad de calor es todo lo relacionado con carbono e hidrógeno”, argumentaba dicho artículo.