Foto y Texto: Yanelys Hernández
Los desabastecimientos ya no sorprenden en este país. Es común ver colas extensas para adquirir cualquier producto alimenticio antes de que llegue el camión que lo transporta. Asimismo, hay largas esperas para ingresar a una peletería, sin que muchas veces sepas si encontrarás el número o modelo de zapato que buscas, cuando hace poco esos establecimientos eran considerados boutiques, diseñadas solo para paladares exigentes y billeteras abultadas. Este era nuestro pasado cercano antes del conocido Ordenamiento Monetario.
Sin embargo, muchas cosas han cambiado desde que se anunciaron los nuevos precios y salarios; incluso el ron, un elemento imprescindible, al menos en La Habana y las capitales provinciales, ha desaparecido de las vitrinas.
Aún en las tiendas especializadas en bebidas alcohólicas y tabacos, pertenecientes a la cadena Caracol, donde los estantes solían abarrotarse de las diversas etiquetas de los portafolios Havana Club, Santiago y otras marcas producidas en la isla con materia prima completamente cubana, ahora lucen vacíos, como si fueran neveras de cárnicos, sumidos en un profundo blanco de soledad.
En las festividades de fin de año e inicios de 2021, aún era posible adquirir varias de las opciones más populares, que eran consideradas “asequibles” por una buena parte de la población, como el Havana Club Añejo Especial (150.00 CUP); el Havana Club Ritual (190.00 CUP); e incluso el Ron Santiago Añejo (190.00 CUP), este último no tan fácilmente disponible en la región occidental.
No obstante, es un hecho que ninguna de estas opciones está disponible desde hace varias semanas, lo que ha generado gran desconcierto entre sus consumidores, que no son pocos en el país, y también ha fomentado la incertidumbre entre los trabajadores en los distintos puntos de venta, ajenos a lo que sucede más allá de sus mostradores. A pesar de ello, la caña debe seguir creciendo y los barriles añejando, como parte de una tradición de antaño. Las explicaciones no son abundantes cuando se atiende a los clientes repletos de preguntas.
De acuerdo con varios directivos de la empresa Havana Club Internacional S.A., de manera extraoficial, lo que sucede actualmente es que, como parte del proceso de Ordenamiento Monetario, aún están en la etapa de negociación de los nuevos precios mayoristas, lo que ha dificultado el reinicio de la venta de estos productos.
Parece ser cierto, ya que es inevitable que también los precios del ron se eleven en medio de la crisis económica que experimentamos. De hecho, la “ley seca” que atraviesa Cuba en estos momentos se debe, en gran medida, a la falta de credibilidad que ha cosechado el gobierno, el cual eleva y reduce los precios de lo que produce o gestiona sin misericordia. Esto lo han hecho con la electricidad, guiados por las quejas del pueblo, a quien sugieren, y en muchos casos obligan, a no aumentar demasiado las tarifas de sus propios negocios, mientras quienes gobiernan hacen todo lo contrario.
Por ahora, comenzamos a notar ciertos incrementos en los precios de botellas que no se venden con facilidad, puesto que son las menos accesibles para los cubanos comunes. Por ejemplo, el Ron Santiago Añejo 12 años, que pasó de 50 CUC a 1 438.00 CUP, lo que equivale aproximadamente a 10 dólares más. Y este podría ser solo uno de los mínimos ejemplos. En los próximos días quizás nos sorprendan con nuevas jugadas poco gratificantes.
Me despido formulando algunas preguntas: ¿Los extranjeros que han visitado varias veces y regresan a casa con su costosa botellita –a veces más de una– seguirán consumiendo ron cubano? Recordemos que este producto se considera uno de los más importantes rublos exportables de nuestra economía. ¿Continuará siendo así? ¿Serán los turistas que nos visiten en un futuro pospandemia parte del “Ordenamiento” que hemos sufrido los que habitamos esta isla? Y la última pregunta, no menos relevante: ¿alguna vez podremos los cubanos degustar nuestro exquisito ron con el salario mensual, sin que se nos vacíe el bolsillo? Levantemos nuestras copas y recemos por un sí.