Texto: Karla Castillo
La nueva técnica adoptada por los chinos para detectar el Covid-19 ha recibido críticas y comentarios variados. Según varios medios internacionales, esta técnica involucra el uso de pruebas rectales.
El doctor Li Tongzeng, del hospital You’an en Pekín, mencionó en una entrevista al canal de televisión CCTV que el test rectal “incrementa la tasa de detección de individuos infectados porque el coronavirus se mantiene más tiempo en el ano que en las vías respiratorias”.
De acuerdo con CCTV, las autoridades sanitarias chinas han comenzado a implementar esta técnica para la detección del virus, considerándola eficaz pero invasiva. Las pruebas han sido realizadas en residentes de áreas con casos confirmados de coronavirus en Beijing y en personas en instalaciones de cuarentena.
No obstante, el mismo canal ha informado que las pruebas rectales no se convertirán en un procedimiento estándar debido a que “no son lo suficientemente prácticas”. Mientras tanto, los viajeros que ingresen al país deben presentar dos pruebas negativas para COVID-19 (PCR y serológicas) antes de abordar y realizar una cuarentena de al menos 14 días en un hotel a su propia costa al arribar.
Esta noticia ha provocado un gran alboroto en las redes sociales, especialmente en la plataforma digital china Weibo, donde los usuarios han expresado una mezcla de alegría, horror, sensación de humillación y hasta humor negro.
“He tenido dos hisopados anales, y cada vez que realizaba uno, tenía que hacer también un hisopado de garganta después. Tenía tanto miedo de que la enfermera olvidara usar un nuevo hisopo”, compartió con humor uno de los usuarios.
En la actualidad, China enfrenta un nuevo brote del virus, lo que ha llevado a que algunas ciudades sean aisladas del resto del país. En estas áreas se están llevando a cabo pruebas masivas, principalmente a través de hisopos nasales y de garganta.
Para los especialistas, el principal inconveniente de realizar los tests anales es que solo se han podido aplicar en grupos selectos, como en centros de aislamiento. Aunque estos tests son más precisos que las muestras tomadas de garganta, reconocen que no son tan prácticos ni cómodos en comparación con los PCR tradicionales.