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En medio de la creciente preocupación mundial por el cambio climático, nuevos protagonistas han surgido como el centro del auge petrolero que vive América Latina, en un giro inesperado de los acontecimientos.
En este nuevo contexto, Brasil, Guyana y, en menor medida, Argentina, se posicionan como los nuevos líderes en la producción petrolera de la región, según lo reporta la cadena BBC.
Por sorprendente que parezca, estos países están tomando el relevo de naciones como Venezuela, México, Ecuador y Colombia, las cuales enfrentan declives en su producción de crudo.
Guyana, un país pequeño y en desarrollo, ha vivido una transformación drástica gracias al descubrimiento de reservas de petróleo en el Océano Atlántico. En 2015, el gigante petrolero estadounidense ExxonMobil halló la primera de las reservas probadas de crudo, estimadas en aproximadamente 11.000 millones de barriles.
Las proyecciones indican que la producción en Guyana podría alcanzar los 1.2 millones de barriles diarios para 2028, lo que lo convertiría en uno de los mayores productores per cápita a nivel mundial.
Brasil, por su parte, se consolidó en 2017 como el mayor productor de petróleo en América Latina, gracias a los descubrimientos de yacimientos presalinos (por debajo de tres kilómetros de agua y cinco más de roca y sal), superando a México, que en ese entonces ocupaba la delantera.
Así, en los últimos seis años, Brasil ha incrementado su producción petrolera, alcanzando los 2.2 millones de barriles en 2022, lo que le ha permitido convertirse en el octavo productor mundial.
Sin embargo, no se trata únicamente del volumen de barriles diarios que produce cada país. Tanto Brasil como Guyana logran extraer el petróleo de manera más eficiente y rentable en comparación con otras naciones.
Mientras tanto, Argentina también está incursionando en el sector con el desarrollo de un vasto yacimiento de petróleo y gas de esquisto. A pesar de que el país enfrenta retos económicos y ambientales, se prevé que la producción aumente en los próximos años.
En el corazón de este desarrollo se encuentra Vaca Muerta, un inmenso yacimiento localizado en el noroeste argentino, que posee los segundos mayores recursos de gas de esquisto del mundo y los cuartos en petróleo de esquisto.
Aun así, el futuro de América Latina en el sector petrolero dependerá en gran medida de la demanda global y de la evolución de la transición energética hacia fuentes más limpias.
La región se halla en un cruce de caminos, con la posibilidad de enfrentar desafíos si se deben reducir drásticamente las emisiones netas de carbono, o, por el contrario, beneficiarse si la demanda de petróleo se mantiene estable, como sugiere la OPEP.
Con esa incertidumbre en el horizonte, Brasil, Guyana y Argentina se preparan para liderar el actual auge petrolero, conscientes de que la dirección futura de la industria energética global tendrá un impacto significativo en su economía y desarrollo.