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Texto: Hugo León
Después de cuatro años inactiva, la línea de néctar Taoro reinició sus operaciones en el último trimestre de 2024. Sin embargo, no lo hizo de manera accesible para los cubanos comunes, ya que «una parte» de su producción ha sido destinada a la venta en divisas, y es bien conocido lo que implica este anuncio por parte de las autoridades.
Juan Franklin Almiral Rodríguez, director de la Fábrica de Conservas y Vegetales de Yara, declaró al diario estatal Granma que esta decisión tiene como objetivo recuperar moneda dura, mejorar la salud financiera de la industria y adquirir equipos, como la retractiladora y la fechadora.
Una cantidad no especificada del jugo se destinará para su venta en pesos cubanos, principalmente en las ferias de fin de año de los municipios de Bayamo, Manzanillo, Yara y Pilón, que son solo cuatro de los trece municipios de la provincia de Granma.
La propuesta es exportar una fracción de la producción, mientras que otra parte se destinaría al mercado nacional, al sector turístico y a otros organismos, al menos en teoría.
El néctar Taoro: perdido y recuperado recientemente
A mediados de 2023, Cuba Noticias 360 reportó sobre la realización de una prueba tecnológica que resultó en la obtención inicial de aproximadamente 7,800 latas del popular jugo. El objetivo era evaluar la calidad del proceso antes de reanudar la producción a gran escala, pero después de este anuncio, poco se supo al respecto.
Se esperaba alcanzar un volumen de entre 15 y 19 toneladas diarias, pero la prioridad sería recuperar divisas, dejando solo una pequeña fracción para los cubanos.
En abril de 2024, el periódico La Demajagua publicó un artículo que mencionaba que, con la campaña de mango acercándose, se estaba dando mantenimiento a la línea de jugos para producir alrededor de 400 toneladas de néctar de esta fruta, con Rusia y México como principales clientes. Nuevamente, los cubanos quedaron excluidos.
El jugo Taoro es considerado el producto estrella de la Fábrica de Conservas y Vegetales de Yara, que es la única de su clase en Cuba con patente internacional para la producción de este conocido néctar.
Desde la reactivación de la línea, se logró una producción inicial de aproximadamente 279,000 unidades, incluyendo jugo de mango, piña y tamarindo. Debido a la obsolescencia tecnológica del equipo, fue necesario ajustar la velocidad de la máquina tapadora, lo que redujo la cantidad de toneladas producidas diariamente, aunque se logró mejorar la eficiencia en cuanto a la rotura de las latas.
Para 2025, la entidad espera continuar con la producción de los néctares Taoro e incluir nuevos sabores como guayaba, así como producir jugo de tomate, y procesar unas 3,000 toneladas de mango.
La estrategia de las ventas en divisa
No es la primera vez que en Cuba se anuncia que ciertos productos se venderán en divisas para sustentar la producción y la oferta en pesos cubanos, para finalmente terminar todo en un proceso de dolarización.
El 20 de julio de 2020, se inició la venta minorista de productos de aseo y alimentos de gama media y alta en Moneda Libremente Convertible (MLC) en varias tiendas cubanas.
El entonces viceprimer ministro y responsable de Economía y Planificación, Alejandro Gil, explicó en su momento que era necesario vender una parte de las mercancías en divisas para asegurar la introducción de dinero en la industria nacional y, al mismo tiempo, convertir este ingreso en una fuente de productos para esos y otros establecimientos.
«No es que los productos en MLC se quiten de otros mercados. Eso no es, ni será, Cuba. Se trata de respaldar la oferta para un segmento de mercado que puede pagar en divisas”, afirmó.
Cinco años después, las tiendas que ofrecen productos en pesos cubanos -la moneda oficial del país y en la que los trabajadores perciben sus salarios- están cerradas permanentemente o completamente desabastecidas. No solo los productos de gama media y alta han migrado a las unidades de MLC, sino también aquellos de primera necesidad.
La verdad sobre la reunificación monetaria: cuatro años después hay más monedas y más problemas.
Respecto a las exportaciones, el gobierno cubano ha reiterado en todos los foros la necesidad de aumentarlas para incrementar los ingresos en moneda dura al país.
Sin embargo, en la práctica, esta limitada producción de la industria cubana termina en países secundarios y terciarios, mientras que los cubanos deben satisfacer sus necesidades con alimentos y artículos importados, la mayoría a través del sector privado.
El reconocido jugo Taoro, anhelado durante años por los cubanos, regresa, pero no será accesible para ellos, sumándose así a la larga lista de productos nacionales que han tenido que cambiar su destinatario.