Foto: Cuba Noticias 360
En medio de una de las crisis más agudas del transporte público en Cuba, particularmente en La Habana, medios estatales han reportado un proyecto destinado a la reparación de 100 ómnibus que han permanecido fuera de servicio durante años. Este esfuerzo cuenta con el respaldo de una donación del gobierno chino, así como con fondos estatales.
La información fue divulgada inicialmente por el ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, quien comentó que «la iniciativa tiene como objetivo mitigar el deterioro del sector, que se ha visto agravado por la escasez de divisas, repuestos y combustibles».
Así, se está llevando a cabo una inversión en la empresa CAISA de Guanajay, en la provincia de Artemisa, que abarca la restauración de 60 ómnibus rígidos y 40 articulados. Este proceso incluye trabajos de chapistería, pintura, mecánica y la sustitución de asientos, considerados componentes críticos debido a su rápido deterioro.
Rodríguez Dávila afirmó que «se están reutilizando componentes que se encuentran en buen estado, como cristales y piezas eléctricas, para acelerar la puesta en funcionamiento de algunos vehículos» a pesar del «canibalismo» que sufren, donde muchas de sus piezas han sido extraídas, lo que complica el proceso de reparación.
Una de las limitaciones es que solo hay disponibles 100 motores para la reparación. Para abordar este desafío, «se ha implementado un sistema de selección y reutilización de partes, además de cajas de velocidades y otros componentes que aún pueden ser aprovechados, permitiendo que algunos ómnibus estén listos antes de la llegada de los módulos de reparación importados».
La rehabilitación de 100 ómnibus, aunque es un paso positivo, resulta insuficiente para solucionar una crisis que ha provocado una reducción del 50% en la cantidad de pasajeros transportados en los últimos cinco años.
Previo a esto, medios oficiales habían señalado que «hay 461 ómnibus paralizados, lo que ha provocado una drástica disminución en el número de viajes y en los pasajeros transportados diariamente».
Por lo tanto, se hace necesario que el gobierno cubano implemente estrategias más amplias que aborden no solo la reparación de vehículos, cuyo inicio sería un buen comienzo, sino también la mejora de la infraestructura vial, la adquisición de nuevas unidades y la optimización de la gestión del transporte público.