Foto: Albert Piazza | Shutterstock
Texto: Michel Hernández
Robert Glasper se encuentra en una de las salas de la Fábrica de Arte Cubano, tocando las teclas de un piano. Lleva un pullover negro con referencias a un festival de jazz, bromea con su equipo y está rodeado de fotógrafos que inmortalizan su paso por la isla. Ha enviado un breve mensaje en redes sociales y se alista para ofrecer talleres a jóvenes cubanos y un concierto en el escenario principal de esta emblemática instalación habanera. Su llegada a La Habana es parte de la celebración del Mes de la Historia Afroamericana y busca intercambiar con músicos cubanos en una visita organizada por la Embajada de Estados Unidos en Cuba.
Antes de la entrevista, hablé con varios músicos cubanos sobre la obra del ganador de cinco Grammy, quienes coincidieron en señalar su vasto espíritu creativo que ha superado las fronteras entre el jazz, el rhythm and blues y el hip hop. De hecho, el estadounidense llegó a la isla después de recibir el Grammy en 2023 por su álbum ‘Black Radio III’, el cual ganó en la categoría de R&B.
El músico de 45 años se acomodó en una esquina de la sala y abrió la conversación compartiendo su visión del jazz como un espacio para reflexionar sobre la comprensión natural entre las personas y sus respectivas culturas.
El pianista, compositor y productor no presta mucha atención a los premios que ha acumulado. Eleva la mirada cuando habla de música, defendiendo su concepto del jazz como una conversación que derriba las divisiones entre los seres humanos, una filosofía que tal vez heredó de sus años como estudiante en la New School of Jazz and Contemporary Music de Nueva York.
¿Cuáles considera que sean los principales aportes del jazz para establecer un reconocimiento común entre los cubanos y estadounidenses?
El jazz es una conversación musical. Es el vocabulario tácito de la música que apreciamos. Creo que lo importante es que la mayoría del jazz del que hablamos es instrumental. Cuando viajo a diferentes países e improvisto con otros músicos, se produce la magia. Todos hablamos, casi automáticamente, el mismo idioma. La clave es escucharnos unos a otros. Escuchar y estar abiertos a la conversación. A partir de ahí, te sorprenderás de hasta dónde puedes llegar. Se trata de escuchar. He viajado por el mundo, he estado en muchos países donde no hablo el idioma. Solo hablo inglés. Ese es mi idioma. Pero he tenido diálogos musicales increíbles con personas que no conocía, simplemente porque estaba abierto y escuchando, y ellos hacían lo mismo. Entonces, el cielo es el límite.
¿Por qué decidió viajar a Cuba en este momento?
Se pusieron en contacto con mi esposa. Ella es cubana, nació y creció aquí. Me preguntó: «¿Te gustaría venir a Cuba?». Yo respondí: «Sí, claro, porque he venido muchas veces. Nuestra hija tiene raíces aquí. A menudo siento que tengo una parte cubana. Creo que era crucial hacer esto, no solo por mí, sino por ella y mi familia cubana. He aprendido mucho sobre la historia de Cuba a través de ella, la música y la gente. Por eso quise traer a mi banda aquí, para que ellos también aprendieran. Mucha gente no tiene la oportunidad de hacerlo. Creo que es importante.
¿Cómo se relaciona su visita con el Mes de la Historia Negra?
Al final, todos venimos de África. Y todos hemos contribuido al mundo de alguna manera. Yo he hecho mi parte y me gusta viajar y compartir eso. Al mismo tiempo, disfruto de aprender nuevas cosas. Eso nos impulsa hacia adelante. Compartes lo que sabes para abrir espacio a lo que no sabes. Es vital inspirar a los jóvenes aquí en Cuba. Creo que, en algún momento, tendrán más oportunidades de salir al mundo y demostrar la increíble y rica historia musical que poseen. Mucha gente ignora lo que realmente han logrado. Me asombra la cantidad de músicos cubanos que han inspirado al mundo sin que la gente realmente lo sepa. Cada vez que vengo aquí, escribo canciones porque siempre me siento inspirado.
¿Cuáles son las influencias de músicos estadounidenses que ha percibido en la escena musical cubana?
Siento que muchos músicos estadounidenses han impactado a los músicos cubanos, pero al mismo tiempo, viceversa. Sin embargo, como he mencionado, sólo unos pocos cubanos tienen la oportunidad de salir y mostrar al mundo su talento. Desde Estados Unidos, podemos viajar a muchos lugares, todos pueden ir a casi cualquier lugar, pero no todos los cubanos tienen esa misma posibilidad de compartir lo que han creado. Creo que esa es la principal diferencia. Ambos tenemos mucho que ofrecer y aprender unos de otros.
¿Cómo han influido los Premios Grammy en su carrera como músico? ¿Lo han inspirado más?
Tengo varios Grammy de R&B y eso no es habitual para un músico, ni tampoco para el tipo de música que hago. Creo que estos premios han motivado a muchos artistas, brindándoles la confianza de que pueden ser auténticos sin tener que ajustarse a un estilo particular para lograr reconocimiento. Antes, se pensaba que necesitabas hacer una música específica para ser considerado. Pero el hecho de que yo pueda mezclar jazz y hip hop es un buen indicador de que ya no es necesario seguir un único camino. Esa labor ha inspirado a quienes buscan su propia voz, mostrándoles que también pueden obtener reconocimiento de esta forma. Permite a las personas vivir auténticamente, sin sentir que deben encajar en un molde.
Haber ganado tantos Grammys ha abierto el camino para otros, permitiendo que más personas sean reconocidas y tengan la oportunidad de ganar. Ser mencionado junto a otros artistas reconocidos como pianista es enorme. Me nombran al lado de Chris Brown y Beyoncé. Así que, desde cierto punto de vista, ser capaz de lograr ciertas cosas y seguir siendo uno mismo es relevante.
Muchos cubanos han viajado a Estados Unidos y se han convertido en artistas y músicos de renombre. ¿Cómo cree que esa interacción ha contribuido a la cultura musical estadounidense?
Me parece fantástico. Hay tantas personas en Estados Unidos que pretenden ser cubanas sin serlo. Así que, el hecho de que haya cubanos auténticos que han podido viajar y compartir su música es asombroso. Cuanto más podamos facilitar esos intercambios, será mejor para la música en todos lados.