Foto: Cuba Noticias 360
Uno de los proyectos más destacados en el cronograma de cooperación entre Rusia y Cuba es la modernización de tres unidades de 100 MW, así como la instalación de un nuevo bloque de 200 MW financiado con crédito ruso, según informan medios oficiales.
Aunque la noticia había sido parcialmente divulgada hace aproximadamente un mes, lo realmente novedoso en esta ocasión es la confirmación del lugar donde se ubicará la nueva unidad rusa.
Esta unidad se instalará en la Central Termoeléctrica (CTE) Ernesto Guevara de la Serna, situada en el municipio de Santa Cruz del Norte, en la provincia de Mayabeque. Allí también se llevará a cabo la rehabilitación de una de sus unidades existentes.
El anuncio fue hecho por Canal Caribe durante una reciente visita del embajador ruso en Cuba, Víctor V. Koronelli, a una de las termoeléctricas más estables dentro del colapsado sistema electroenergético nacional.
Además, el embajador supervisó la instalación de cuatro parques de paneles fotovoltaicos, cada uno con una capacidad de 21 MW en esa provincia, “con el objetivo de aumentar la generación y el suministro de energía eléctrica para satisfacer las crecientes necesidades de la población”.
Rusia también está enfocada en la producción de gas en Cuba mediante alianzas en la extracción de petróleo en el yacimiento de Boca de Jaruco, donde se obtiene aproximadamente 1,600 toneladas de crudo mensuales.
En este contexto, se destacó que se incursionará en la producción de asfalto, lo que contribuiría a recuperar inversiones previas y generar ingresos, además de perforar nuevos pozos para aumentar la producción de petróleo y “fortalecer la seguridad energética del país”.
El actual acuerdo para la construcción y “mantenimiento” de las termoeléctricas es una modificación del establecido en 2015, cuando Rusia ofreció un préstamo estatal a Cuba por 1,200 millones de euros para financiar la construcción de varias plantas térmicas en la isla.
Este acuerdo no se ha materializado, y aunque no se han revelado más detalles sobre los mismos, es imperativo para Cuba llevar a cabo al menos este proyecto para abordar de alguna manera la crítica situación energética en la isla, que en solo seis meses ha sufrido cuatro desconexiones totales y enfrenta apagones prolongados.