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Tras el anuncio de los dos conciertos que la cantante estadounidense Norah Jones tenía programados en La Habana, y toda la controversia suscitada en torno a ellos, parece que dichas presentaciones han sido canceladas.
La incertidumbre se deriva de la eliminación del post que la artista publicó en sus redes sociales, donde se anunciaban sus actuaciones en la capital cubana como parte de un paquete turístico.
Además, Dreamcatcher Events LLC, la compañía encargada de promocionar el evento con un costo que alcanzaba los 8,000 dólares, ha retirado de su sitio web de reservas el paquete destinado a los estadounidenses. Igualmente, se han borrado las publicaciones relacionadas en sus perfiles de redes sociales.
El Nuevo Herald confirmó todos los elementos mencionados y señaló que tanto John Silva, el manager de la artista, como Dreamcatcher Events no han respondido a los correos electrónicos enviados para verificar la cancelación del viaje de Jones a La Habana.
El medio estadounidense también informó que intentaron comunicarse a un número telefónico vinculado a Dreamcatcher Events, pero la persona que contestó la llamada colgó inmediatamente.
De acuerdo con reportes de medios no estatales, las personas que habían adquirido el paquete para asistir a los dos conciertos de Jones en el Teatro Martí se hospedarían en el Hotel Grand Aston, un establecimiento hotelero de Gaviota, que está sancionado por el gobierno de EE.UU. por formar parte del conglomerado militar GAESA.
A pesar de ello, El Nuevo Herald indicó que el hotel no figura en la lista de entidades restringidas de Cuba, lo que legalmente permitiría a los estadounidenses reservar allí. El inconveniente radica en que el senador Marco Rubio ha solicitado la actualización de dicha lista y ha criticado el hecho de que el viaje de Jones a La Habana podría financiar al gobierno cubano.
Después del anuncio, varios activistas cubanos también expresaron su rechazo a los conciertos, principalmente por los costos prohibitivos para la población local.
Una de las iniciativas fue liderada por la artista cubana Lía Villares, quien solicitó a Jones la suspensión de su viaje a la isla.
“Soy una gran admiradora de Norah Jones y por eso inicié la petición. Debemos boicotear todos los eventos que promuevan las agendas represivas de regímenes autoritarios en cualquier parte del mundo, especialmente cuando se trata de nuestros artistas favoritos. Como fan, le insto a abrir sus bellos ojos y a alzar su hermosa voz en contra de todos los regímenes autoritarios. Y defienda los valores democráticos que respaldan todos sus derechos”, escribió Villares.
Por el momento, no se ha emitido ningún anuncio oficial sobre la cancelación ni se han ofrecido motivos que hayan llevado a Jones y su equipo a esta decisión, pero parece que, tras la presión mediática, el evento no se llevará a cabo.
