Foto: Periódico Girón
Texto: Fede Gayardo
El hospital ginecobstétrico José Ramón López Tabrane, ubicado en la ciudad de Matanzas, enfrenta desde hace varios meses una crisis severa atribuida a la inoperatividad de su único ascensor, una situación que ha creado escenarios preocupantes y pone en peligro la atención médica de pacientes en condiciones vulnerables.
Un reciente incidente pone de relieve lo crítico de la situación: una paciente con hemorragia obstétrica necesitó más de siete horas para ser trasladada desde el tercer piso, un proceso que solo fue posible gracias a la intervención del cuerpo de bomberos.
“La avería de este ascensor no es un asunto insignificante, ya que no se trata de cualquier elevador”, enfatizó el diario estatal Girón, que destaca cómo esta falla impacta directamente en la seguridad de los pacientes críticos y de aquellas que llegan para dar a luz.
De acuerdo con el director del centro, el doctor Ariel Rodríguez Prado, el hospital enfrenta un reto que se ha acumulado a lo largo de varios años. “Los ascensores son de una antigüedad considerable, su recámara es obsoleta y las diversas reparaciones han transformado en híbrida su parte mecánica; incluso, las puertas se bloquearon, por lo que solo funcionaba uno”, detalló.
El colapso total ocurrió en 2024, cuando el elevador comenzó a fallar por problemas en el variador de voltaje, una pieza esencial que, según el director, “ya estaba corroída por la obsolescencia”.
A pesar de que se logró una reparación temporal, el mecanismo volvió a presentar fallos y quedó completamente fuera de servicio en junio del mismo año. “Después la máquina se trancó. Esto ocurrió en junio y no se vislumbra solución inmediata”, admitió Rodríguez Prado.
Por su parte, la doctora Kenais Montejo Carmenate, jefa de Anestesiología, manifestó su inquietud por las repercusiones médicas que ha generado este problema: “La avería prolonga las estadías postoperatorias y ralentiza el flujo de la unidad obstétrica”.
Adicionalmente, el hospital carece de cuidados intensivos, lo que obliga a trasladar pacientes intubadas con la asistencia de los bomberos. Esto genera riesgos adicionales y retrasa todo el proceso para preparar nuevamente el quirófano, afirmó la especialista al medio mencionado.
Mientras tanto, dos ascensores compatibles permanecen almacenados sin ser instalados durante más de un año en otro hospital de la provincia de Artemisa, según indica el artículo.
Una fuente de la empresa estatal Cometal, que prefirió permanecer en el anonimato, atribuyó la demora a la escasez de recursos financieros, un problema que afecta al sector de la Salud Pública en Cuba desde hace al menos cinco años.
El medio también cuestionó por qué no se han implementado acciones concretas para incluir este problema en los planes económicos de Salud Pública o del Gobierno, dada su repercusión en la dinámica del hospital y la atención a los pacientes.
Además, Girón señaló que el centro ha recibido la visita de funcionarios gubernamentales y comisiones del Programa de Atención Materno Infantil, quienes han mostrado interés en solucionar la situación. Sin embargo, los avances parecen ser mínimos o inexistentes.
