Foto: Ernesto Amaya Esquivel – Facebook
Texto: Hugo León
El reconocido entrenador cubano Alfonso Urquiola, un ícono del béisbol en Pinar del Río y en toda Cuba, enfrenta una complicada situación con su vehículo, un Lada que ha sido utilizado durante más de 25 años y que se encuentra en condiciones desfavorables. A pesar de los constantes cambios y la entrega de autos modernos a otras figuras del deporte, atletas activos y personal asociado al Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), Urquiola nunca ha sido contemplado en las listas de beneficiarios.
Este problema, que podría haber sido solo una anécdota más del cubano de a pie o de casi cualquier deportista, se ha convertido en la causa de que muchos cubanos «exploten» en redes sociales tras un llamado de ayuda lanzado para el entrenador.
El debate se originó después de que se publicara en redes sociales, sin su consentimiento, una solicitud para visibilizar su situación y la de otras personalidades deportivas que enfrentan problemas análogos.
“Espero que las redes sociales ayuden a difundir el mensaje a aquellos que por «omisión» han olvidado el nombre de un grande como Urquiola, que ha brindado tanta gloria a Pinar del Río y a Cuba”, afirmaba el periodista cubano emigrado Ernesto Amaya Esquivel. La publicación fue compartida por otros comunicadores de la isla como Jesús Muñoz, especializado en temas deportivos.
Sin embargo, lo que debería haber sido un simple llamado de reconocimiento y ayuda para una leyenda deportiva ha generado un acalorado debate en los comentarios de la publicación. Algunos usuarios de redes sociales opinan que Urquiola no debería depender de los donativos estatales, y que, dado su experiencia dirigiendo en el béisbol profesional de Panamá, debería contar con los recursos económicos suficientes para comprarse un vehículo nuevo.
“Él estuvo dirigiendo en el béisbol profesional de Panamá, así que debe tener dinero para comprarse un carro nuevo”, escribió un usuario, reflejando una postura que se repitió en varios comentarios.
Otros, por otro lado, critican que el sistema siga proporcionando autos a figuras deportivas mientras otros ciudadanos enfrentan carencias similares.
“Basta de depender de las gratuidades, bastante habló de la revolución y se le olvidó que cuando tuvo el infarto tuvo un equipo médico a su disposición sin contarle un centavo”, comentó otro internauta en una crítica más dura hacia la dependencia de estos beneficios.
También hubo quienes defendieron el legado de Urquiola y su derecho a recibir apoyo del estado. “Es una falta de respeto que una gloria del deporte cubano esté pasando por esto, esto solo sucede aquí en Cuba”, expresó un seguidor, mostrando su indignación por la falta de reconocimiento a quienes tanto han aportado al deporte cubano.
Asimismo, algunos señalaron que si la ayuda del estado era merecida, era porque el mismo estado regulaba cuánto ganaron durante su carrera y determinaba a qué podían aspirar. Esto pone de manifiesto la tensión entre el reconocimiento al mérito deportivo y las expectativas de mejora económica entre los cubanos.
El caso de Alfonso Urquiola no es un incidente aislado. La publicación también menciona a otras figuras destacadas del deporte en Pinar del Río que se encuentran en situaciones similares, como Félix Pino, Juan Carlos Oliva y Daniel Lazo, entre otros.
Esto evidencia una problemática más amplia sobre el tratamiento y el cuidado que reciben las glorias deportivas del país tras años de contribuir al prestigio de Cuba en el escenario internacional, mientras que a su vez, las escasas ganancias resultantes de todos los sacrificios de los atletas son evidentes.
Urquiola, conocido por su exitosa trayectoria como jugador y director de béisbol, ha sido una figura clave en el deporte cubano. Formó parte de los legendarios Vegueros en las décadas de los 70, 80 y 90, vistiendo la camiseta del equipo Cuba en competiciones internacionales de gran importancia, como Mundiales y Juegos Panamericanos.
Como director, Urquiola llevó a Pinar del Río a tres campeonatos nacionales y guió al equipo Cuba a ganar medallas de oro en el Campeonato Mundial de Italia (1998) y en los Panamericanos de Winnipeg (1999). Entre sus logros más destacados también se encuentra la victoria en la Serie del Caribe de 2015 en San Juan, Puerto Rico.