A menos de 100 días para la inauguración de los Juegos Olímpicos en Tokio, el resurgir de las infecciones por Covid-19 sigue causando dolores de cabeza a los organizadores y al Comité Olímpico Internacional.
El viernes, el gobierno japonés designó a las prefecturas de Tokio, Kioto y Okinawa para implementar medidas más estrictas con el fin de combatir el coronavirus.
Con menos de cuatro meses antes de que Tokio albergue los Juegos Olímpicos, la capital reportó más de 500 nuevos casos de coronavirus por cuarto día consecutivo, marcando su peor racha desde principios de febrero.
Las medidas de prevención más severas, bajo un cuasi estado de emergencia, incluyen la solicitud a restaurantes y bares en áreas densamente pobladas de cerrar a las 8:00 pm y la limitación de la asistencia a grandes eventos a 5,000 personas. Estas medidas entrarán en vigor el lunes y se mantendrán hasta el 5 de mayo para Kioto y Okinawa, y hasta el 11 de mayo para Tokio.
El primer ministro Yoshihide Suga ha instado a la población a evitar viajes no esenciales entre provincias, expresando su preocupación de que las variantes altamente contagiosas del virus podrían propagarse durante las vacaciones de la Semana Dorada, que van desde finales de abril hasta principios de mayo, uno de los periodos de mayor movimiento turístico.
La gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, había solicitado al gobierno la autoridad para implementar medidas más estrictas debido al incremento de infecciones que se ha visto desde el fin del estado de emergencia el 21 de marzo.
La capital reportó 555 nuevos casos de coronavirus el miércoles, 545 el jueves, 537 el viernes y 570 este sábado, la cifra más alta desde principios de febrero, al final de la tercera ola de infecciones.
Koike ha manifestado su preocupación por que la situación de la capital pueda seguir el mismo rumbo que Osaka, donde las infecciones han alcanzado niveles récord, con 918 casos confirmados este sábado.
Un aumento de esta magnitud podría poner en peligro los Juegos Olímpicos de Tokio, que están programados para comenzar el 23 de julio después de haber sido pospuestos un año debido a la pandemia. El apoyo del público hacia los Juegos de Verano sigue siendo bajo, con solo un 23.2 por ciento de las personas encuestadas a favor en una encuesta de Kyodo News del mes pasado.
Para salvaguardar los Juegos y evitar un desastre financiero, el COI ha aceptado todas las prohibiciones impuestas por los organizadores japoneses, las cuales son inéditas en la historia olímpica, y ha reiterado que no hay dudas de que el megaevento se llevará a cabo el 23 de julio; la preocupación radica en el «¿cómo?».
Además, el COI está trabajando para garantizar que estos atípicos Juegos Olímpicos en Japón, realizados en medio de la pandemia y el proceso de vacunación, logren sobrevivir hasta siete meses antes de que China celebre sus Juegos Olímpicos invernales, que prometen ser los mejores de la historia, en la misma ciudad desde donde se propagó el letal virus al mundo.