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Miles de manifestantes provenientes de diversas regiones de Perú han tomado las calles en una protesta contra el gobierno de la presidenta Dina Boluarte, en lo que se ha denominado la “Tercera toma de Lima”.
De acuerdo con cifras proporcionadas por el Ministerio del Interior y reportadas por medios internacionales, alrededor de 21,000 personas habrían llegado al centro histórico de Lima para demandar la renuncia de Boluarte este miércoles 19 de julio.
Las movilizaciones fueron convocadas por sindicatos, organizaciones sociales, gremios y algunos líderes políticos, con el fin de criticar al Congreso y revivir las protestas que ocurrieron en diciembre y enero tras la destitución del ex presidente Pedro Castillo.
La Central General de Trabajadores del Perú lideró estas manifestaciones que, además de exigir la renuncia presidencial, demanda el adelanto de las elecciones generales y la implementación de una Asamblea Constituyente, un punto central en la agenda del partido Perú Libre, que apoya a Castillo.
Datos de varios medios indican que en el país andino, el 80% de la población desaprueba a la presidenta, mientras que el Congreso enfrenta un rechazo del 90% entre los ciudadanos.
A pesar de esto, Dina Boluarte manifestó desde el Palacio de Gobierno que su gobierno no comprende “por qué nuevamente se agitan sus banderas de guerra y anuncian su llegada a Lima, queriendo tomar todo el país desde el centro. Es una amenaza a la democracia, y como Gobierno democrático no lo vamos a permitir ni aceptar”.
Por otro lado, el Ministerio del Interior anunció el despliegue de 24,000 policías y la extensión del estado de excepción en las carreteras nacionales.
En la capital, la movilización comenzó de manera pacífica hasta que se encontró con un cerco policial que bloqueaba el acceso a la avenida donde se ubica el edificio del Parlamento, que estaba custodiado por la Policía Nacional.
“Los manifestantes empezaron a empujar los escudos de los agentes y a lanzar botellas de agua y otros objetos para romper el cerco, logrando hacerlo después de un enfrentamiento que incluyó gases lacrimógenos y bombas de humo”, detalló un informe del diario español El País.
Además, la prensa destacó la vigilia llevada a cabo en la ciudad de Tacna en memoria de más de 60 personas que fueron asesinadas en meses anteriores durante las movilizaciones contra el actual gobierno y el Congreso.
Heridos en este primer día de manifestaciones
En esta “Tercera Toma de Lima”, el Centro de Operaciones de Emergencia del Ministerio de Salud reportó 11 heridos. Cuatro de ellos recibieron atención en el mismo centro de Lima gracias a las brigadas de salud, tres fueron trasladados al Hospital Nacional Dos de Mayo y ya han sido dados de alta, mientras que los otros cuatro permanecen en el Hospital Nacional Arzobispo Loayza.
Un comunicado oficial de la institución peruana indicó que los manifestantes ingresados están a la espera de que los médicos descarten fracturas de cúbito y radio, traumatismos y otras lesiones graves. “Los atendidos presentan mayormente contusiones y heridas en distintas partes del cuerpo”, aseguró el texto.
Despliegue policial
El general de la Policía Nacional del Perú, Jorge Angulo, informó que durante este miércoles se distribuyeron aproximadamente 24,000 efectivos policiales para manejar los incidentes en las diferentes regiones del país. De ese total, 8,000 agentes fueron desplegados en la capital peruana.
Esta fuente señaló que se registraron movilizaciones y bloqueos de vías en 58 provincias, lo que representa el 29.6% del total de provincias del país. Además, se confirmaron marchas y concentraciones en 53 provincias.
¿Qué ha sucedido en Perú?
Tras la destitución y posterior arresto del expresidente Pedro Castillo, la inestabilidad política y social empezó a afectar a Perú. Según informes, desde entonces ha aumentado la tensión y el país ha sido testigo de masivas protestas ciudadanas que exigen, entre otras cosas, la renuncia de la actual presidenta.
Desde principios de noviembre del año pasado, el descontento social comenzó a evidenciarse, incluso cuando Castillo aún ocupaba la presidencia. Los manifestantes en ese momento mostraron pancartas que decían ‘Fuera Castillo, fuera ya’ para solicitar la dimisión del mandatario. Sin embargo, las movilizaciones continuaron después de su destitución, ahora exigiendo también la salida de su sucesora.
Castillo había anunciado en esa ocasión la disolución del Congreso y la creación de un gobierno de emergencia, una maniobra que fue mayoritariamente considerada como un “autogolpe de estado”.
Posteriormente, la Cámara Baja votó a favor de la moción de censura que resultó en su destitución y encarcelamiento, colocando a Boluarte en el cargo. A partir de ese momento, las manifestaciones han ido adquiriendo fuerza, especialmente en el sur del país.
Después de las dos convocatorias anteriores a una “Gran marcha nacional”, los manifestantes continúan exigiendo principalmente la renuncia de Boluarte por no haber llegado al poder de forma democrática, así como un adelanto electoral. También demandan el cierre del Congreso y la convocatoria a una asamblea constituyente para redactar una nueva Constitución.
La inestabilidad política en Perú ha sido un elemento constante durante los últimos seis años, período en el cual el país ha tenido cinco gobiernos, todos caracterizados por su brevedad, desconfianza y escándalos de corrupción.