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En el marco del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, Javier Gómez Sánchez, decano de la Facultad de Medios de Comunicación Audiovisual (FAMCA) del Instituto Superior de Arte de Cuba, ha expresado en su cuenta de Facebook una crítica contundente sobre el estado actual del cine cubano, calificándolo como «un arte en decadencia».
En su extenso texto, destaca que en la actualidad el sector cinematográfico cubano está dominado por problemas caracterizados por la superficialidad, la deshonestidad, la doble moral, así como “el empobrecimiento intelectual, el uso del término ‘exilio’ para referirse a la migración y ‘censura’ al olvido, buscando el discurso que más conviene”, indicó.
El académico aspira, en esencia, a «una nueva generación de realizadores cubanos realmente innovadores, que estén libres de los vicios que nos aquejan, capaces de asumir críticamente la realidad de nuestro país con una profundidad y una capacidad que hoy por hoy no se encuentran. Con un posicionamiento ideológico que les permita superar la pornomiseria como tema y profundizar en las causas y las razones de la persistencia de la pobreza en la Cuba del siglo XXI».
«¿Pero quién realmente está interesado en que se produzca ese cine auténtico? ¿La Embajada de Noruega, que destina tanto dinero? Si no nos interesa a nosotros mismos, nadie vendrá a hacer el cine que debemos crear», escribió de manera directa.
Asimismo, agregó: «¿Dónde están las películas y documentales que no solo hablen de la migración y el deseo de partir, sino también de aquellos que se quedan viviendo y trabajando en este país? Que aborden las historias de quienes han regresado. O que cuenten sobre los que pierden la vida intentando llegar, o que reflejen la realidad de muchos de los emigrantes. No existe. Nos falta un cine que aborde la corrupción, la violencia estructural en nuestra sociedad y todas las formas de violencia que sufrimos, incluida la violencia policial y la violencia institucional. Eso no lo hacemos».
Gómez Sánchez consideró «sorprendente» que se eligiera la película argentina 1985, sobre el final de la dictadura en ese país, como la película inaugural del Festival, y criticó que la atención del público se centrara más en el show ofrecido por la presentadora y actriz Andrea Doimeadiós que en el impacto que este evento debería generar.
Con un enfoque profundamente político, señaló: «El anticomunismo que predomina en nuestro entorno cinematográfico no será producto de esto. Solo un cine comprometido puede cuestionar en Cuba la destrucción del socialismo. Nos hacen falta documentales que clarifiquen nuestra historia y no que la dejen sumida en la oscuridad. Que desmitifiquen y no que perpetúen los mitos existentes».
A pesar de ser considerado un realizador, guionista, cineasta y productor en las biografías oficiales, Gómez Sánchez cuenta con una obra cinematográfica prácticamente inexistente. Sin embargo, ha contribuido con artículos en medios estatales como Cubadebate y el periódico Granma, donde aborda temas como la «guerra mediática» contra el régimen cubano y el cine independiente.
Desde que asumió su cargo como decano de la FAMCA, los medios de comunicación estatales han dedicado una cobertura inusual a su documental La dictadura del algoritmo (2021), en el que busca desmantelar la denominada «guerra de cuarta generación» y el polarizado escenario que se presenta en las redes sociales sobre la realidad cubana.