Un conjunto que, a medida que acumula derrotas, incrementa su valor.

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Imágenes: Revista Forbes

Autor: Alejandro Varela

En la actualidad, el deporte profesional se ha consolidado como uno de los negocios más grandes, generando enormes dividendos a nivel global. El marketing y los contratos televisivos van de la mano del éxito de equipos y atletas, alimentando un mercado que se vuelve cada vez más lucrativo.

En este contexto, la clave es el éxito, un ingrediente esencial que permite que el dinero fluya sin obstáculo alguno. Existen innumerables ejemplos, pero si se necesita un recordatorio, el caso más reciente y revelador es el monumental contrato de Messi con el Barcelona, que fue publicado recientemente por el diario español El Mundo.

Sin premios y trofeos, no hay fama; y sin ella, la publicidad se reduce considerablemente. Así inicia la ruta del dinero. Todo es un ciclo que se perfecciona continuamente en un mundo donde los deportistas son casi considerados dioses y su influencia va más allá de lo puramente atlético. Sin embargo, ¿es posible que esta fórmula presente algún error? ¿Existen ejemplos que contradigan esta lógica de mercado que ha perdurado durante décadas?

La respuesta es afirmativa. Y no cualquier ejemplo, sino uno que proviene de la meca de la economía mundial: la ciudad de Nueva York. Una de las dos franquicias de la NBA que reside en esta bulliciosa ciudad ha liderado durante seis años seguidos el ranking de equipos más valiosos según la prestigiosa revista Forbes, a pesar de contar con un rendimiento deportivo bastante discreto en los últimos tiempos.

La publicación reveló que los New York Knicks tienen un valor actual de cinco mil millones de dólares, el más alto entre las 30 franquicias que participan en la mejor liga de baloncesto del mundo. Sin embargo, en lo que va de este siglo, solo han llegado a los playoffs en cinco ocasiones, de las cuales han sido eliminados en la primera ronda en cuatro de ellas. El equipo neoyorquino se situó entre los seis peores de la última temporada con solo 21 victorias y 45 derrotas, pero su valor aumentó un 8,7 por ciento, lo que, por supuesto, tiene su justificación.

revista Forbes-NBA

El dinamismo económico de la Gran Manzana no tiene comparación con ninguna otra ciudad de Estados Unidos, y sus aficionados al baloncesto son leales a un equipo que levanta sus únicos dos títulos en los lejanos 1970 y 1973, y que disputó su última final en 1999.

Según Forbes, el valor de los Knicks se ha incrementado principalmente gracias a la renovación de su estadio, el emblemático Madison Square Garden, que también alberga espectáculos y conciertos de renombre mundial, así como por la firma de un lucrativo contrato televisivo local exitoso.

Aun así, para muchos expertos resulta sorprendente que un equipo que no ha llegado a playoffs desde la temporada 2012-2013 sea el de mayor valor en la NBA y el tercero entre todas las ligas profesionales en Norteamérica, solamente detrás de los Dallas Cowboys (NFL) y los New York Yankees (MLB).

La misma fuente también indica en su informe anual que detrás de los Knicks se encuentran los Golden State Warriors, que tienen un valor de cuatro mil 700 millones de dólares. El equipo de San Francisco se trasladó el año pasado a un moderno estadio de última generación en el corazón de la hermosa bahía de California, y sus tres campeonatos y cinco finales entre 2015 y 2019 provocaron que su valoración se disparara.

En tercer lugar están los actuales campeones de la liga, los Los Angeles Lakers, cuyo valor asciende a cuatro mil 600 millones de dólares, mientras que completan el top-5 los Chicago Bulls (tres mil 300 millones) y los Boston Celtics (tres mil 200 millones). De acuerdo con el análisis de Forbes, el valor promedio de la NBA aumentó un cuatro por ciento en el último año, alcanzando los dos mil 200 millones de dólares.

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