Foto: Getty Images Sport
Texto: Alejandro Varela
Nadie pudo prever en Cruces, aquel distante enero de 1987, que ese bebé que lloraba sin cesar durante las noches se convertiría en el destacado pelotero que conocemos hoy. Si Cuba fuese diferente a como la conocemos, en ese pueblo ya existiría una estatua, o al menos una placa, dedicada a su figura. Es probable que incluso el estadio local hubiese sido renombrado en su honor.
No faltan razones, ya que José Dariel Abreu sigue llenando de orgullo no solo a los habitantes de ese municipio de Cienfuegos, sino a todos los cubanos. El cuarto bate de los Medias Blancas de Chicago lidera sin lugar a dudas a la representación de la mayor isla caribeña en el béisbol profesional. Su más reciente muestra de poder así lo confirma.
El robusto inicialista alcanzó el martes frente a los Marineros de Seattle la cifra de 200 cuadrangulares en la Gran Carpa, convirtiéndose en el sexto cubano en la historia en lograrlo. El bambinazo lo conectó en el octavo inning, enviando un slider de 81 millas por hora del derecho Keynan Middleton a 404 pies de distancia.
Fue su segundo cuadrangular de la temporada y, al mismo tiempo, su segundo Grand Slam. En sus siete campañas anteriores, apenas había conseguido dos jonrones con las bases llenas. Simplemente, son impresionantes las credenciales con las que Pito se ha presentado en este curso, en el cual defiende su condición de Jugador Más Valioso de la Liga Americana.
Si mantiene su salud y se conserva en la espectacular forma que nos ha acostumbrado, Abreu podría ascender muy pronto al cuarto lugar histórico entre los máximos jonroneros cubanos en Grandes Ligas, donde lidera el extraordinario Rafael Palmeiro con 569 vuelacercas en 20 años al más alto nivel.
El cienfueguero ocupa actualmente el sexto puesto, pero podría terminar la temporada en el cuarto, dado que está próximo a Kendrys Morales (211) y Tony Oliva (220), quienes lograron esas cifras en 12 y 15 temporadas, respectivamente. Sin embargo, necesitará mantener un alto rendimiento para superarlo, así como a Tony Pérez (379 en 23 temporadas), y no hablemos de José Canseco (462 en 17) o el ya mencionado Palmeiro.
Pero Abreu no solo alcanzó otra hazaña para los cubanos en Grandes Ligas; también volvió a inscribir su nombre en la historia de los Medias Blancas, una franquicia donde cada año se cimenta un lugar eterno. Con su jonrón número 200, se convirtió en el quinto jugador de la organización en alcanzar esa cifra, uniéndose al selecto grupo que lidera el legendario Frank Thomas (448), seguido por Paul Konerko (432), Harold Baines (221) y Carlton Fisk (214).
Las estadísticas de José Dariel en sus siete temporadas en MLB hablan por sí solas, y a sus 34 años parece haber alcanzado su máximo potencial como uno de los mejores jugadores de béisbol en la actualidad. Con él al frente, la meta de los “Cuban” Sox este año es volver a la postemporada, luego de apenas experimentar esa vivencia en 2020, cuando fueron eliminados en tres juegos del comodín ante los Atléticos de Oakland.
Si la atípica y breve campaña anterior trajo alegrías para los aficionados del béisbol en Cuba, este nuevo año promete multiplicar esos momentos. Apenas ha pasado una semana desde el inicio de la temporada y ya Pito nos ha hecho soñar.