Foto: Roy Leyra
En primer lugar, esta es la primera encuesta telefónica que se lleva a cabo en el país sobre este tema. Por lo tanto, si reside en la capital cubana y a partir del 19 de abril su teléfono fijo ha sonado, y alguien se presenta como enumerador, no se trata de una broma, sino de una investigación llevada a cabo por el Centro de Estudios de Población y Desarrollo (CEPDE) de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI).
La duración de este estudio se extenderá por 15 días, con una fecha de cierre programada para el 2 de mayo, destacó Ernesto de la Caridad Hernández García, jefe del departamento de Estudios Sociales y Matemática Aplicada del CEPDE.
El objetivo es obtener información y estadísticas que puedan servir para validar o implementar políticas para hacer frente a la epidemia. Un equipo multidisciplinario, conformado por economistas, sociólogos y expertos en matemáticas y computación, ha diseñado un cuestionario que consta de 10 preguntas de opción múltiple.
La encuesta pretende explorar aspectos como la percepción del riesgo, la situación económica de las familias, las estrategias adoptadas durante este periodo y las expectativas hacia el futuro pospandemia, sin incluir preguntas que invadan la privacidad de los hogares, explicó el especialista.
Este estudio es estandarizado y, principalmente, está dirigido a los hogares; no se enfoca en individualizar cada vivienda, sino que agrupa los datos para ofrecer resultados globales.
Para la muestra, se seleccionaron al azar los números de teléfono publicados en la guía de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba, sin ningún tipo de intencionalidad, aseguró el especialista, quien también garantizó la total confidencialidad de los resultados.
Se incluyeron en el análisis un total de 2,535 viviendas, distribuidas proporcionalmente en los 15 municipios de la provincia. Para cada territorio se eligió un representante que actuará como encuestador durante las dos semanas de aplicación.
Con el fin de aumentar la efectividad de la encuesta, se sugiere que la persona encargada de responder las preguntas sea preferentemente el jefe del hogar o, en su defecto, alguien mayor de 18 años.
A raíz de la complicada situación epidemiológica, se tomó la decisión de implementar una metodología que podría aplicarse en el futuro, no solamente en relación a la problemática de la COVID-19, sino por las ventajas que ofrece: reduce el tiempo y los costos, y las personas se sienten más libres para responder.
Es importante enfatizar que el objetivo no es obtener la percepción individual de quien responda al cuestionario, sino el comportamiento de todos los miembros del hogar como un colectivo.
Esta será la primera vez que se obtendrá un resultado estadístico tan integral sobre el impacto de la COVID-19 en La Habana, marcando el inicio de posibles investigaciones similares en el resto del país.