Foto: RL Hevia
El nombre de Rosir Calderón sigue vivo en la memoria de los aficionados al voleibol cubano. Esta talentosa opuesta no formó parte de aquellos equipos que conquistaron tres oros olímpicos entre 1992 y 2000, pero sí perteneció al relevo generacional de las “espectaculares Morenas del Caribe”, quienes luego obtuvieron una valiosa medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
Con apenas 19 años y una altura de 1,91 metros, la jugadora se convirtió en una pieza clave del equipo que sorprendió en la capital griega, siendo eliminada en las semifinales por la selección china, que luego se alzaría con el oro. En el partido por el tercer puesto, Cuba volvió a vencer a Brasil, asegurando así su cuarta medalla olímpica.
Desde 2001 hasta 2009, Rosir se consolidó como una de las figuras destacadas del equipo nacional bajo la dirección de su padre, Luis Felipe Calderón, que también alcanzó un honorable cuarto lugar en los Juegos de Beijing 2008. Sin embargo, su vinculación con la Federación cubana llegó a su fin, permitiéndole iniciar una larga y exitosa carrera en Europa, que incluyó varias incursiones en competiciones asiáticas.
Dos décadas después de la última vez que Cuba subió al podio olímpico en voleibol, la experimentada atacante, que cumplirá 40 años en diciembre próximo, se unió al club San Diego Mojo, de la Federación Profesional de Voleibol (PVF), la principal liga femenina de América del Norte, creada hace poco tiempo.
Calderón lucirá los colores del equipo californiano durante la temporada 2025, tras haber contribuido a que el AEK Atenas terminara en tercer lugar en la liga regular de la A1 Ethiniki. Antes de llegar a Grecia en 2022, la cubana –nacionalizada rusa desde 2014– había ganado experiencia en clubes de Suiza, Rusia, Francia y Turquía, además de una temporada en Japón y otra en Indonesia.
“Rosir es una atleta excepcional y MVP olímpica que trae un nivel inigualable de liderazgo, experiencia y una mentalidad ganadora a nuestro equipo”, afirmó la entrenadora en jefe de su nuevo club, Tayyiba Haneef-Park, quien se destacó como la mejor atacante en la cita olímpica de Pekín.
“Ha competido en los escenarios más relevantes de nuestro deporte, mostrando su talento dinámico. Sin duda, aportará una profundidad y consistencia que serán invaluables tanto dentro como fuera de la cancha. Es una jugadora versátil, y espero que sus contribuciones tengan un impacto significativo en nuestra búsqueda por obtener otro campeonato”, añadió la entrenadora.
Calderón es el quinto refuerzo que se une al Mojo en esta segunda temporada del reciente torneo, que comenzó en 2024 con solo siete equipos. Para el próximo año, el campeonato contará con la incorporación de tres nuevos clubes.
