Foto: Mario J. Pentón – Instagram
Texto: Hugo León
Manuel Menéndez Castellanos, reconocido dirigente y cercano colaborador de Fidel Castro, decidió no quedarse en Cuba tras su retiro, a pesar de su larga vinculación con el Partido Comunista de Cuba. Su llegada al Aeropuerto de Miami pasó desapercibida inicialmente, pero fue rápidamente identificado.
Menéndez pertenece a la penúltima generación de líderes que se destacaron durante la era de Fidel Castro, enfrentando los difíciles años del período especial. Ocupó el cargo de Primer Secretario del Partido Comunista en Cienfuegos desde 1993 hasta 2003 y fue miembro del Comité Central del Partido.
El secretario del Partido en Cuba es la máxima autoridad en cada provincia y ejerce como el principal enlace con el Comité Central, lo que le otorga una considerable influencia y poder. Además de su rol en el Partido, Menéndez estuvo vinculado con la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) y sirvió como diputado en la Asamblea Nacional durante varios períodos.
Su llegada a Estados Unidos se produce en medio de una crisis severa en Cuba, caracterizada por apagones, escasez de productos, precios desorbitados y la dificultad de acceder a alimentos. El país se encuentra sumido en una crisis sistémica que no muestra señales de solución inminente.
Menéndez llegó mediante el programa de reunificación familiar, dejando atrás esa situación complicada.
Al llegar al aeropuerto, intentó no ser reconocido, según informan medios internacionales, usando una gorra, nasobuco, sentado en una silla de ruedas y con una gran maleta sobre las piernas.
Una vez en tierra, el periodista cubanoamericano Mario J. Pentón lo identificó y trató de obtener una entrevista, pero Menéndez cubrió su rostro y se alejó rápidamente junto a su familia de la cámara.
No hubo declaraciones ni de Menéndez ni de las dos sobrinas del primer ministro cubano Manuel Marrero, quienes también han llegado a EE. UU. (una a través de parole humanitario y la otra por la frontera); ni de Arelys Casañola, expresidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular de la Isla de la Juventud, que solicitó asilo político en abril y ya se encuentra en Estados Unidos.
En redes sociales, muchos usuarios han criticado la entrada de exfuncionarios del gobierno cubano a EE. UU., señalando su responsabilidad en la difícil situación actual de la isla.
¿Es posible una deportación?
Para abordar esta cuestión, es importante aclarar que, según la ley, quienes hayan pertenecido al Partido Comunista de Cuba deben demostrar su separación del mismo por al menos cinco años para poder nacionalizarse en EE. UU., o recibir un perdón especial.
Si Menéndez ingresó como residente, reclamado por un familiar, se expresó la queja del abogado Wilfredo Allen en una transmisión en vivo con Mario J. Pentón, señalando que “el Cónsul estaba dormido”.
Pentón también mencionó en el mismo video que es posible que Menéndez reciba ayudas del gobierno estadounidense.
La posibilidad de deportación está presente, concluyó el abogado, aunque dependerá de las acciones legales que tome el gobierno de EE. UU. en función de lo que se descubra sobre su entrada al país.