La variante ómicron continúa generando caos a nivel mundial, con un aumento en los casos, hospitalizaciones y fallecimientos. Esta cepa, como afirma la Organización Mundial de la Salud, no debe ser subestimada. Su impacto ha llevado a la cancelación de importantes eventos culturales, como los premios Grammy 2022 y, más recientemente, el carnaval de Brasil.
Para este año, según declara el medio ruso Sputnik, se esperaba que la nación latinoamericana tuviera uno de los carnavales más espectaculares de su historia, un evento que simbolizaría la celebración tras la dura etapa de pandemia vivida en Brasil.
El famoso carnaval se había convertido en un trending topic en el país, y varias ciudades brasileñas llevaban meses preparándose para acoger esta festividad. Todo parecía estar alineado a favor de ello: los altos niveles de vacunación contra la COVID-19 y la disminución de casos. Sin embargo, la llegada de ómicron cambió la situación.
Los números de casos positivos han vuelto a dispararse, y varias comparsas callejeras brasileñas, conocidas como blocos, han anunciado que no se presentarán este año, decisión tomada con gran preocupación ante la situación actual en Europa debido a la ómicron.
Gradualmente, se han pronunciado diferentes ciudades del país. La primera en cancelar el carnaval fue Río de Janeiro, donde su alcalde declaró que, por la naturaleza del evento, era inviable llevarlo a cabo.
Posteriormente, en São Paulo, representantes y organizadores de esta celebración indicaron que, aunque se permitiera, no saldrían a las calles. Con esta postura, aproximadamente 450 blocos se han desvinculado del festival, lo que se traduce en cerca de 5 millones de personas que ya no participarán en las calles durante el evento.
Así, otras ciudades con una rica tradición carnavalesca, como Recife, Olinda en Pernambuco y Salvador de Bahía, han comunicado sus decisiones similares, sumándose a la lista de capitales que han optado por no celebrar.
A pesar de la disminución del evento con la renuncia de tantas capitales, aún persiste una chispa de esperanza para el carnaval. La atención se centra en el Sambódromo, el lugar donde compiten las escuelas de samba, famoso por sus deslumbrantes carrozas, disfraces y coreografías.
Tanto Río de Janeiro como São Paulo cuentan con un Sambódromo, y se considera la posibilidad de que, pidiendo comprobante de vacunación tanto a los espectadores como a los miembros de las escuelas que participarán, el desfile pueda llevarse a cabo. Así, persiste la esperanza de que el Carnaval de Brasil no esté completamente perdido.