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En este 2023, el programa 23 y M celebra su 25 aniversario. A pesar de que el tiempo y los recuerdos tienden a bifurcarse, ya ha pasado casi un cuarto de siglo desde que esta revista musical variada se transmite cada sábado por la televisión cubana, bajo la conducción de su principal anfitriona y actual directora, la actriz Edith Massola.
Por 23 y M han pasado numerosos músicos cubanos e internacionales, tanto que la misma Massola se enorgullece al describir al programa como la «casa de los músicos en Cuba». Cada sábado por la tarde, en lo que los especialistas denominan un «horario estelar», este show llega a los hogares de una gran cantidad de cubanos a través de Cubavisión.
Creado originalmente por el director Julio César Leal, 23 y M irrumpió en la televisión cubana para continuar el entretenimiento de los sábados por la tarde, después de que los televidentes disfrutaran de un programa como Contacto durante un buen tiempo.
Leal tuvo el acierto de introducir una frescura visual, a finales de 1998, en un momento en que Cuba y el mundo se preguntaban cómo sería el inicio del nuevo milenio, así como qué modas o estéticas traería consigo el nuevo siglo.
En una televisión escasa de programas en vivo, Contacto fue, por así decirlo, uno de los últimos exponentes de este tipo, del que el público conserva gratas y divertidas anécdotas. 23 y M mantuvo su impronta de televisión «en vivo», un aspecto que hoy en día se ha visto reducido, ya que, salvo el Noticiero Informativo, la televisión cubana prácticamente no cuenta con este tipo de formatos.
Otro de los aspectos que el programa destacó fue el histrionismo de su conductora. La televisión cubana siempre ha contado con grandes locutores y presentadores que cautivaban a la audiencia, brindando la sensación de estar en casa junto a los televidentes, gracias a la frescura y naturalidad con la que conducían las entrevistas o programas en general. Consuelo Vidal es un claro ejemplo de ello.
A pesar de las diferencias estilísticas y temporales, Massola también logró unirse a esa tradición de presentadores que convirtieron el plató en un espacio acogedor, acortando la distancia entre el estudio y los hogares de los televidentes.
Su amplia formación como actriz en teatro musical la capacita no solo para entrevistar a los invitados en el programa, sino también para compartir momentos musicales con ellos en el escenario, tanto en el canto como en la danza.
Su emblemática frase «¡Dónde si no!» se ha transformado en el eslogan del programa, simbolizando la exclusividad de las propuestas artísticas que han intentado ofrecer a lo largo de todos estos años de emisión televisiva.