Fotos: Cortesía de la entrevistada
Texto: Alejandro R.
Las primeras palabras de Yailín Alfaro a Cuba Noticias 360 revelaron que la fotografía le robó el corazón. No podría ser de otra manera para alguien que ama intensamente lo que hace. Este es su caso; es su vida y la esencia que ha capturado durante más de 15 años con su cámara en mano.
Graduada del Instituto Superior de Diseño, Alfaro comprendió desde sus años de estudio que su conexión con la fotografía era un “amor a primera vista”, algo por lo que expresa gratitud hacia su profesor Erick Coll. De él aprendió la historia y la evolución de la fotografía, sus diferentes exponentes y cómo se han documentado los acontecimientos significativos a lo largo del tiempo. Ese fue “el gancho” que la cautivó y que la ha mantenido unida a las instantáneas desde entonces.
A pesar de todo, Yailín no ha abandonado el diseño. Hoy en día, combina la fotografía con el diseño editorial y la publicidad, áreas en las que, según ella, se destaca. Aunque siente que, a través de su lente, no puede hacer mucho por la realidad cubana, o que esa no es su pretensión, sus imágenes tienen voz propia, pues retratan un país, cuentan su historia y preservan su memoria; y eso también es ofrecer una mejor perspectiva de la isla.
¿Cómo ha sido tu vida como fotógrafa en Cuba?
La verdad es que ha sido genial. Debo toda mi carrera a la increíble materia prima que he tenido en Cuba, a lo largo de estos 15 años de experiencia en esta especialidad.
¿Qué te ha aportado personal y profesionalmente la fotografía?
La fotografía me ha dado todo. No solo me ha mantenido profesionalmente enamorada como jamás imaginé, sino que también motiva en mí cada día la búsqueda de nuevos horizontes, proyectos y vida. Pienso en fotos continuamente.
Has sido testigo de varios momentos importantes sociales, políticos y culturales en Cuba. ¿Cuáles han sido los más memorables para ti y por qué?
Considero que el 2016 fue un año clave, cuando parecía que Cuba podría cambiar el rumbo de su política interna y externa, a la vez que hubo un importante auge cultural. Ese fue uno de los mejores momentos. Había mucho trabajo en la prensa donde me desempeñaba, y tuve la oportunidad de fotografiar a personas relevantes, incluido el presidente Barack Obama.
Si tuvieras que quedarte con la experiencia de uno de esos momentos, ¿con cuál sería y por qué?
Me quedaría con varios, pero si debo elegir uno, el concierto de los Rolling Stones fue uno de los eventos culturales más destacados de mi carrera fotográfica.
¿Qué representa para ti retratar la ciudad?
No estoy del todo segura. Cuba es mi tierra y mi lugar favorito en el mundo, y creo que siempre lo será. Soy habanera, y la ciudad alberga muchos recuerdos. Su malecón, el Prado, los edificios y todos los estilos arquitectónicos que las ennoblecen, La Habana Vieja, entre otros…
Cuando veo una de mis fotos de la ciudad, siento muchas emociones, pero hay una constante: el reconocimiento de que Cuba siempre será mi hogar.
¿Qué se puede transmitir a través de la fotografía? ¿Qué quieres transmitir tú?
Se puede comunicar prácticamente todo. Mi deseo es que la gente vea mis fotos, que les agraden y que quieran llevarse una a casa. Pienso que cuando un amigo o una persona desconocida te dice que desea poner una de tus fotos en su sala, eso ya indica que he cumplido mi objetivo.
Eso es lo que quiero: que la gente tenga mis fotos, mis libros, que los compren y los regalen; pero sobre todo, hago fotos porque no sé vivir de otra forma, y si a la gente les gustan, es aún mejor.
¿Qué tipo de fotografía te gusta más y qué espacios prefieres para hacer fotos?
Siempre he estado atraída por el arte, amo el ballet y las fotografías en teatros. Sin embargo, también tengo un gran aprecio por las fotos de arquitectura.
Coméntanos sobre tus proyectos fotográficos anteriores y si estás trabajando en alguno actualmente…
Tengo varios proyectos en marcha, especialmente en el ámbito editorial. Estoy trabajando en libros de fotografía de autor y hay tres nuevos en proceso, además de los cuatro ya existentes: “Ballet Nacional de Cuba en tres tiempos”, “Danza en Cuba”, “Alicia Alonso, una mirada a su vida a través del lente” y “Capitolio de La Habana”.
He colaborado en estos 15 años con diversos medios: Cubaplus, AFP, Revista Excelencias Turísticas y Gourmet, Semanario Opciones, Revista Cartelera. También he participado en varias exposiciones colectivas y personales dentro y fuera de Cuba, en países como Serbia, Chipre, Italia, Estados Unidos y España.
Actualmente, estoy dedicando unos meses a un curso intensivo de iluminación profesional para plató y luego regresaré a trabajar en los nuevos libros que están en camino.
¿Cómo es ser madre y fotógrafa en la Cuba actual?
A veces puede ser complicado, pero creo firmemente que todo lo que se hace con amor siempre resulta bien. En la fotografía y en mi hijo tengo mis dos grandes pasiones.
¿Crees que desde tu posición puedes contribuir a mejorar o crear el país que algunos anhelan?
No creo que desde mi lente logre hacer mucho, y en realidad no es algo que me interese. Nunca me han atraído los temas políticos, aunque mis fotos han acompañado muchas noticias relacionadas con ello. Prefiero mantenerme al margen y seguir en mi mundo del arte y los libros… lo otro creo que no se me daría con facilidad.
Si tuvieras que quedarte con una imagen de Cuba, ¿cuál sería?
Con el Malecón. Siempre el mar…