Foto: Boris Arencibia | Facebook
Texto: Hugo León
El productor musical y empresario cubano Boris Arencibia, organizador del controvertido Santa María Music Fest, fue detenido el viernes 26 de enero en Miami por agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI).
Según informan medios locales, incluyendo la emisora radial La Poderosa 670 AM, a Boris Arencibia se le imponen al menos 18 cargos de diversas naturaleza.
Entre los cargos figuran acusaciones de conspiración para cometer delitos federales, como la entrega de medicamentos adulterados, conspiración para el lavado de dinero, fraudes en programas de beneficios federales, entre otros.
Arencibia, de 50 años, se encuentra recluido en el Centro Federal de Detención de Miami (FDC Miami).
El caso no parece estar relacionado directamente con la denuncia presentada por el influencer cubano Jorge Batista (Ultrack) por un altercado violento que tuvo lugar hace algunos meses también en Miami.
Los delitos mencionados por la prensa local y por Periódico Cubano, un medio no estatal de la isla, podrían acarrear penas de hasta 20 años de prisión, como ocurre en el caso de la conspiración para cometer lavado de dinero.
Además, si se imponen multas como sanción, la cantidad podría alcanzar o superar los 250,000 dólares.
Según Periódico Cubano, la vivienda en la que fue arrestado no está registrada legalmente a su nombre, sino a nombre de su empresa, y Arencibia estaría construyendo una propiedad en Pinar del Río, lo que ha generado temores de que pudiera intentar huir.
Boris Arencibia fue un destacado judoca que desertó de la delegación deportiva cubana durante un viaje al extranjero en 1993, en pleno período especial. Actualmente es presidente de Caribe Promotions Inc. y mantiene estrechos vínculos con funcionarios de cultura y eventos de Cuba, con quienes organizó y promovió el Santa María Music Fest, que se llevó a cabo en el cayo cubano del mismo nombre.
Este evento musical estuvo rodeado de polémica por diversos motivos. En primer lugar, por las fallas organizativas que los asistentes denunciaron tras haber pagado decenas de miles de pesos; y en segundo lugar, por la crítica que recibió tanto dentro como fuera de Cuba, sobre todo por parte de críticos del gobierno de la isla.
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