Fotografías: Jorge Luis Borges
Ernesto Blanco se aferra a la música por encima de todo, buscando su salvación. Él mismo hace hincapié en que no cerremos esta conversación sin transmitir su mensaje. Unas palabras que enlazan la música con los sueños y los sueños con la vida.
“Todos atravesamos momentos oscuros y aunque todo a mi alrededor pudiera desmoronarse, la música me brinda control sobre mi mundo. Por eso esta profesión será para siempre. Es una lucha a muerte y me siento privilegiado de dedicarme a la música. Cuando subo al escenario, lo que traigo es amor. Ese es mi mensaje” ·
La entrevista comenzó con el mensaje que había reservado para el final, pero sus palabras reflejan su perspectiva sobre el arte y la creación musical. Es un rasgo que lo ha definido a lo largo de su carrera, como ha plasmado en sus grabaciones y, como bien explica, cada vez que pisa un escenario.
Ernesto, guitarrista y compositor, afirma que, a pesar de la posibilidad de que todo a su alrededor pueda desvanecerse, este ha sido el mejor año de su carrera.
“Este año ha sido muy especial. Ha sido complicado en algunos aspectos, pero ha sido el mejor año en mi carrera hasta ahora. Espero que esto continúe en ascenso. Se materializaron sorpresas y sueños que tenía desde hace mucho tiempo”.
Entre esas sorpresas menciona su colaboración con el tecladista estadounidense Derek Sheridan. “Es una leyenda del rock internacional de todos los tiempos. Esa colaboración fue algo monumental para mí. Siempre ha tenido un impacto en mi personalidad musical y en mi trayectoria”.
Ernesto subraya la relevancia de haber trabajado con el renombrado tecladista. Derek Sherinian ha colaborado con bandas y artistas de renombre mundial como Kiss, Alice Cooper, Black Country, Dream Theater, entre otros. Es considerado un músico de culto por los entendidos.
“Derek ha sido una influencia muy significativa para mí. Su manera de interpretar el teclado ha sido crucial en mi obra como guitarrista. Después de la colaboración, hemos mantenido el contacto. Él está muy interesado en la música cubana. Sería un verdadero honor que viniera a Cuba. En el rock cubano ha habido varias colaboraciones similares. Carlos Varela hizo una con el estadounidense Jackson Browne, mi hermano David Blanco abrió para el supergrupo Dead Daisies en el Salón Rosado de la Tropical, X Alfonso compartió escenario con Audioslave… Este ha sido mi aporte al rock cubano”.
Otro momento importante para Ernesto este año fue su actuación en el Festival Havana World Music. “Actué invitado por Carlos Varela. Fue un concierto maravilloso. También trabajé con X Alfonso en su nueva producción Inside. Además, ya estoy trabajando en mi cuarto disco de estudio, Lo que traigo”.
Su próximo álbum, bajo el sello Egrem, será una producción que contará con diversas colaboraciones, destacando un homenaje al legendario cantante Lázaro Ros.
“El álbum se encuentra en la etapa final de producción y lo presentaré el año próximo, en el que posiblemente tenga conciertos en México y España. Será mi cuarto disco de estudio. Comienza con un tributo al gran maestro Lázaro Ross; gracias a la tecnología, pude samplear su voz y crear un nuevo arreglo. Es como si hubiera resucitado para la música. Ahora canta con una banda de rock and roll. Hay colaboraciones con La Reyna y La Real, el Russo de Qva Libre y el maestro Jorge Chicoy, en un tema que grabamos hace algún tiempo y que ahora retomo”.
Ernesto disfrutó de una reciente gira por las ciudades mexicanas de Cancún y Mérida, donde se presentó ante unas 5000 personas y estrenó canciones de su próximo disco, así como algunas de su repertorio. Él expresa que “fue hermoso compartir con el público mexicano” y anhela repetir esa experiencia en una próxima gira que también podría incluir paradas en España.
El músico analiza la situación de la escuela de la guitarra eléctrica en Cuba y concluye que se encuentra en un buen momento. Antes, ofrece un breve repaso sobre sus influencias y la historia reciente de la práctica de este instrumento en la isla.
“En Cuba existe una tradición importante en la guitarra eléctrica. Para mí, la época dorada de la guitarra eléctrica en Cuba fue en los años 80 y 90. No había internet, ni mucha información o acceso a la tecnología, incluyendo todos los accesorios de la guitarra, pero contamos con intérpretes que conocían muy bien la técnica de su instrumento y mostraban una gran preparación. Personalmente, me han influenciado Carlos Emilio Morales, Jorge Chicoy, Ahmed Medina, Elmer Ferrer y Víctor Navarrete. Ellos son los que más han impactado mi carrera”.
Y agrega: “Los guitarristas que se dieron a conocer en esos años dejaron un legado importante. Es una pena que no se haya grabado mucha música de esa época. La guitarra eléctrica en Cuba se encuentra en un gran momento. Están surgiendo muchos jóvenes que tocan de manera empírica y sorprenden gratamente con su calidad. La guitarra es un instrumento bastante difícil y cada día veo a jóvenes que siguen trabajando. Antes era más complicado ver un guitarrista eléctrico dentro de un grupo de salsa, pero ahora es común ver a uno en cualquier género. Me impresionan mucho Héctor Quintana y Tiago Felipe. Son verdaderamente virtuosos”.