Foto: Archivo CN360
El estado de salud del Papa Francisco ha empeorado tras el diagnóstico de neumonía bilateral, lo que ha llevado a incluir un nuevo tratamiento farmacológico además del que ya recibía por una infección polimicrobiana.
El Sumo Pontífice, de 88 años, permanece internado en la Fundación Policlínico «A. Gemelli» de Roma. Según el informe médico más reciente del Vaticano, se le detectó neumonía bilateral, lo que ha requerido un fortalecimiento de su terapia con fármacos adicionales.
Su situación preocupa aún más debido a la presencia de bronquiectasias y bronquitis asmática, complicaciones que han dificultado su tratamiento y prolongado su estancia en el hospital.
La Santa Sede ha señalado que el Papa mantiene un buen estado de ánimo a pesar de su condición. En el hospital, ha recibido la Eucaristía y ha logrado alternar momentos de descanso con oración y lectura, sin dejar de lado algunos asuntos del Vaticano con la ayuda de sus secretarios.
Es importante recordar que la neumonía bilateral es una infección que afecta los pulmones, causando inflamación y dificultando la oxigenación del organismo. En pacientes de edad avanzada, como es el caso del Papa, esta afección puede ser especialmente peligrosa debido a la disminución de la función pulmonar y el riesgo de complicaciones adicionales.
Ante esta situación, el Vaticano ha suspendido todas las actividades programadas para el Sumo Pontífice hasta el domingo. El cardenal Rino Fisichella oficiará en su lugar la misa por el Jubileo de los Diáconos, y aún no se ha confirmado si el Papa podrá participar en el tradicional rezo del Ángelus dominical.
Francisco ha mantenido su comunicación con la comunidad católica a pesar de su hospitalización. De hecho, se comunicó con la parroquia de la Sagrada Familia, la única iglesia católica en Gaza.