Fotos: Raidel Saavedra
La densa vegetación que fractura las tapias, perforando los muros de mampostería hasta florecer sobre techos, paredes y ventanas, se erige como la representación más vívida del estado de abandono que ha sufrido La Roca, un motel emblemático que una vez llenó de orgullo a Sagua la Grande y que hoy se asemeja a un escenario post-bombardeo.
Construido en la segunda mitad del siglo XX en la cima de una de las laderas de la Sierra de Jumagua, al norte de Villa Clara, este singular alojamiento rápidamente se hizo famoso por la belleza natural que lo rodea, la excelencia de sus servicios gastronómicos, e incluso por el renombrado mirador que ofrecía una vista excepcional de la llanura surcada por el río Sagua la Grande, que desemboca en la línea sinuosa de la costa.
Durante su periodo de esplendor, desde la década de 1970 hasta los años 90, La Roca se convirtió en el motel preferido de una gran parte de los turistas, tanto nacionales como internacionales, que transitaban por la conocida Villa del Undoso.
“Subí esa loma hasta seis veces en un solo día, llevando a familias, parejas, amigos, recién casados, personas que preguntaban por una buena piscina y a quienes les recomendaba La Roca. Con mucho cuidado, conducía aquel Moskovich cuestas arriba, ya que el trayecto estaba lleno de curvas peligrosas”, recuerda un taxista de la época.
El relato del entonces taxista Adolfo Galloso añade una capa más a la serie de imágenes compartidas en Facebook por el fotógrafo sagüero Raidel Saavedra Otaño, quien ha capturado el calamitoso estado en que se encuentra hoy aquel lugar que fue fundamental para varias generaciones de sagüeros. Este post ha despertado una oleada de nostalgia en la comunidad.
Hasta bien entrado el siglo XXI, el Motel La Roca permaneció abierto al público, aunque con pocas habitaciones disponibles, ya que la falta de mantenimiento había comenzado a cerrar las puertas de su oferta. Aún así, mantenía un servicio gastronómico de calidad, opciones de entretenimiento cultural y acceso a la piscina.
Sin embargo, en los últimos años, el desgaste se transformó en abandono. La escasez de recursos redujo las ofertas y el establecimiento cayó en un estado de deterioro alarmante, primero, y luego, en un total abandono.
A pesar de que Sagua la Grande fue declarada en 2018 como “nuevo destino turístico” en Cuba, con más ruido que hechos concretos; ni en ese momento el Motel La Roca logró beneficiarse de los vientos de restauración patrimonial que soplaron sobre la ciudad durante varios meses.
Ya sea por su localización relativamente alejada del centro histórico, o por las características propias de su topografía que dificultan las acciones de restauración, es un hecho que el motel preferido de la región central de Cuba no aparece en la lista de prioridades de ningún ministerio.
Más que una simple edificación en ruinas, La Roca representa un testimonio palpable del grado de deterioro al que se puede llegar cuando la indolencia se acumula, como el polvo, en capas sucesivas.