Foto: Allison Sales | Shutterstock
Texto: Fede Gayardo
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se sometió a una operación para drenar una hemorragia cerebral que se relaciona con una caída que sufrió en octubre, según ha comunicado hoy el Gobierno brasileño.
El informe médico señaló que la intervención se volvió necesaria después de que los especialistas identificaran una hemorragia intracraneal, asociada a la citada caída, ocurrida en su residencia oficial, el Palacio de la Alvorada, en Brasilia.
En el primer comunicado médico se detalló que la cirugía “se desarrolló sin complicaciones” y que el presidente, de 79 años, está “consciente y en buen estado”, aunque permanece bajo supervisión en la unidad de terapia intensiva del Hospital Sirio-Libanés en São Paulo.
Luego de la caída, Lula da Silva experimentó una pequeña hemorragia cerebral y un traumatismo en la nuca que requirió suturas. A principios de noviembre, los exámenes mostraron que su estado se había mantenido estable.
Sin embargo, a pesar de las recomendaciones médicas tras el accidente, el presidente continuó con una activa agenda de trabajo en noviembre y a principios de diciembre. Entre sus actividades, destaca su rol como anfitrión en la cumbre de líderes del G20 en Río de Janeiro, así como en la reunión semestral de presidentes del Mercosur en Montevideo.
El Hospital Sirio-Libanés proporcionará actualizaciones a lo largo del día sobre la salud del mandatario, y el equipo médico evaluará su progreso en las próximas horas para determinar el tiempo que deberá permanecer en cuidados intensivos.