Foto: Jorge Luis Beker | Flickr
Hoy conmemoramos el Día de San Valentín o de los Enamorados con total normalidad, aunque son pocos los que conocen sus orígenes en Cuba. La fecha del 14 de febrero se remonta a siglos atrás, aunque en la isla se celebra desde hace poco más de 180 años.
Es difícil establecer con precisión el origen de la celebración de San Valentín a nivel mundial, aunque varios historiadores creen que esta romántica fiesta nació en el siglo III, en la antigua Roma, durante la expansión del cristianismo.
Regresando a Cuba… fue un 14 de febrero de 1841, cuando en España reinaba Isabel II y Pedro Téllez Girón, Príncipe de Anglona, gobernaba la isla en su nombre. Ese día, los empresarios del entonces nuevo Teatro Tacón tuvieron la idea de organizar un gran baile en honor al Día de San Valentín.
Así se marcó el primer festejo para los enamorados, una fecha que quedó registrada en el Diario de la Marina dos días después del baile, de la siguiente manera:
“Es costumbre muy antigua en Escocia que las señoritas elijan el 14 de febrero de cada año al primer hombre que ven después de levantarse, dándole, en concordancia con el santo del día, el nombre de su Valentín, que lo es para todo el año, con el encargo de atenderla, honrarla, defenderla, acompañarla y bailar con ella en todas partes, sin que nadie se atreva a faltarle sin exponerse a las reconvenciones de los mismos Valentines, que con frecuencia se convierten en novios y acaban por casarse”.
En el baile del Tacón se presentó la contradanza “La Valentina”, compuesta por Tomás Buelta y Flores, marcando así el nacimiento del Día de los Enamorados en Cuba. Desde entonces, la fecha se volvió un motivo de cortejo entre los jóvenes habaneros y las ‘señoritas de bien’ de aquella época.
Ese mismo año, la Comisión de la Real Casa de Beneficencia de La Habana determinó que el Día de San Valentín se celebrara cada 14 de febrero, con el objetivo de promover el esparcimiento entre la juventud y facilitar nuevos enlaces matrimoniales.
A pesar de estos inicios en la isla, algunos todavía piensan que la fecha surge únicamente por el interés de los grandes centros comerciales, empeñados en vender cualquier artículo ‘romántico’ disponible en sus estanterías. Sin embargo, la realidad, al menos en Cuba y en sus comienzos, tuvo un matiz diferente.
Como hemos mencionado, el origen de la historia a nivel mundial se remonta a la época del Imperio Romano. Según la leyenda, Valentín era un sacerdote que ejercía en Roma durante el siglo III. En ese momento, el emperador Claudio II decidió prohibir los matrimonios entre jóvenes, argumentando que los solteros sin familia serían mejores soldados.
Valentín consideró que esta prohibición era injusta y desafió al emperador celebrando matrimonios en secreto entre los jóvenes enamorados. Al enterarse, el emperador Claudio llamó al sacerdote al Palacio, ya que disfrutaba de gran prestigio en Roma.
Claudio ordenó encarcelar a Valentín, pero el oficial Asterius, encargado de su detención, quiso ridiculizar y poner a prueba al sacerdote, retándolo a devolverle la vista a su hija Julia, ciega de nacimiento. Valentín aceptó y ‘en nombre del Señor’, le devolvió la vista a la pequeña.
Este hecho conmovió a Asterius y a su familia, quienes se convirtieron al cristianismo. Sin embargo, Valentín continuó encarcelado hasta que el emperador Claudio ordenó que fuera martirizado y ejecutado un 14 de febrero del año 270.
En agradecimiento a Valentín, la joven Julia plantó un almendro de flores rosadas junto a su tumba, que se ha convertido en un símbolo de su figura y de esta celebración.
Dos historias que parecen diferentes pero en realidad no lo son. Un santo llamado Valentín que inspiró en Cuba una festividad donde se estrenó “La Valentina”. Un baile que dio inicio a una celebración internacional que llegó a la isla hace casi dos siglos.
Desde entonces, muchas cosas han cambiado, y aunque la festividad de antaño poco tiene que ver con la actual, la esencia de celebrar el amor y la amistad permanece. Los altos precios, las ausencias y las distancias, o la crisis en el país parecen no ser obstáculos para que hoy, quienes puedan y de la manera que puedan, celebren el amor más allá de las tradiciones.