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Por: Hugo León
Este domingo 9 de marzo, en Cuba entrará en vigor el horario de verano. Por ello, a la medianoche, los cubanos deberán adelantar una hora las manecillas del reloj, pasando a ser la 1:00 de la mañana.
Como es habitual, ha llegado el día del cambio de horario en Cuba, pero muchos aún no lo saben. Esta nota sirve para recordar a nuestros lectores y seguidores que, a partir de hoy, el horario de verano será el que rija en la isla.
Este ajuste, que pone fin al horario normal, conlleva a que el amanecer y el anochecer ocurran más tarde, haciendo que los días parezcan más largos.
El cambio de horario se lleva a cabo anualmente con el objetivo de aprovechar mejor la luz solar y reducir el consumo energético. En el caso de Cuba, esta decisión es considerada muy beneficiosa, dado los problemas actuales con la disponibilidad de electricidad en el país.
Por ejemplo, al retrasar en una hora el encendido de las luces, se evita que el pico de iluminación coincida con el aumento de la demanda eléctrica para cocinar en millones de hogares.
Un poco de historia sobre el cambio al horario de verano
Esta medida, actualmente tan común, se implementó por primera vez durante la I Guerra Mundial y no se volvió a utilizar hasta 1973, en el contexto de la Crisis del Petróleo.
Según los especialistas, muchas personas encuentran difícil adaptarse a los cambios de hora porque los seres humanos están regidos por ciclos circadianos que relacionan sus actividades diarias con la luz solar.
El desajuste en los horarios puede alterar las rutinas de alimentación y sueño, generando una sensación temporal de malestar que puede durar varios días.
Durante el verano, los días son más largos debido al solsticio, que resulta de la inclinación del eje norte-sur de la Tierra a 23,4 grados hacia el Sol, lo que provoca que distintas regiones del planeta reciban diferentes cantidades de luz solar durante la órbita de la Tierra.